viernes, 20 de enero de 2017

20 de enero: san Sebastián, mártir


San Sebastián, mártir de la Iglesia, nació en Narbona en el años 256, si bien su educación transcurrió en Milán. Se decantó por la carrera de las armas y llegó a ser tribuno de la primera cohorte de la guardia pretoriana del Emperador Maximiano, que le tenía aprecio. Soldado disciplinado, San Sebastián cumplía las órdenes castrenses a rajatabla. Pero, cristiano convencido, rehusaba participar en los sacrificios paganos, por considerarlos idolatría. Es más: ejercitaba el apostolado entre sus compañeros y visitaba a los cristianos encarcelados.
Ante este escenario, el choque entre su profesión y su conciencia, como ocurre hoy muy a menudo, resultó inevitable. Cuando llegó el momento fatídico, san Sebastián optó por su conciencia, es decir, por su fe. Y lo pagó con el martirio: el principio del fin empezó con motivo del encarcelamiento de dos cristianos, Marco y Marceliano. A partir del martirio de estos últimos, san Sebastián empezó a ser reconocido como cristiano.
Cuando se enteró el Emperador, ordenó su detención y dispuso que muriera atravesado por las saetas lanzadas por sus verdugos. El plan se empezó a cumplir. Sin embargo, cuando fue dado por muerto, unos amigos descubrieron que estaba vivo. Le llevaron a un lugar seguro y le aconsejaron huir de Roma. San Sebastián se negó el redondo y, deseando correr la misma suerte que sus correligionarios, acudió ante un desconcertado Emperador -ya era Diocleciano- que está vez ordenó su muerte a azotes. Esta vez, los soldados no fallaron. Era el año 288.
J.M. Ballester Esquivias (@jmbe12)
Alfa y Omega

Objetivo: «infundir terror» en los territorios ocupados, de modo que los palestinos «quieran irse de su tierra»


Mientras el presidente palestino, Mahmud Abás, inauguraba la Embajada palestina ante la Santa Sede, obispos de Europa y América del Norte recorrían territorios ocupados en Tierra Santa de la mano de la organización Breaking the Silence, exsoldados israelíes que han decidido denunciar los asesinatos y abusos que comete el Ejército en la zona
«Debes disparar en el acto a cualquier persona sospechosa que veas en el barrio en el que estás, dentro de una distancia razonable –digamos, entre 0 y 200 metros–. No se requiere autorización». Esta fue la orden del comandante a un exsargento del Ejército israelí enviado a patrullar a los territorios ocupados de Deir-al-Balah, en la Franja de Gaza. «Llevábamos allí 48 horas y nadie nos había disparado, la situación estaba bajo control. Pregunté al comandante si dentro de esa orden entraba matar a cualquier civil que viera andando por la calle. Me dijo que sí. “¿El motivo?”, le pregunté. “Porque nadie que no sea un terrorista tiene motivos para pasar a menos de 200 metros de un tanque”, me contestó». La hipótesis errónea del Ejército israelí es que ningún civil pasaría por un área militarizada.
Este exsargento, que mantiene el anonimato por seguridad, es miembro de Breaking the Silence, una organización creada en 2004 por excombatientes que han servido en el Ejército israelí desde el comienzo de la Segunda Intifada. Su objetivo «es dar a conocer a la opinión pública el precio que pagamos los jóvenes soldados cuya responsabilidad es controlar la vida cotidiana de la población civil palestina. Esta institución busca que se ponga fin a la ocupación de sus territorios», señalan desde Breaking the Silence.
«Entramos en la Franja con una cantidad ingente de armamento. Un solo tanque disparaba entre 20 y 30 proyectiles al día. Teníamos una decena, así que acabamos disparando alrededor de 150 proyectiles en un barrio que, se supone, era un bastión de Hamás. Pero derribábamos vecindarios enteros», señala el exsargento. Según la organización, «los soldados que participan en este tipo de acciones militares tienen que ver a diario casos de abusos hacia los palestinos, saqueos y destrucción de propiedades». Pero, denuncian, «la sociedad israelí continúa haciendo la vista gorda e ignorando que todo esto se hace en nombre de la seguridad de nuestro país. Los soldados que vuelven a casa porque han terminado su servicio militar se ven obligados a ignorar lo que han visto y han hecho. Queremos que la sociedad israelí afronte la realidad que ha permitido».
Los soldados hablan sin miedo
Algunos de estos excombatientes han acompañado a la delegación de obispos de Europa y América del Norte que esta semana han visitado Tierra Santa con motivo del encuentro anual con la Asamblea de ordinarios. Monseñor Óscar Cantú, arzobispo de Las Cruces, en Nuevo México, es uno de los participantes en la peregrinación, y reconoce en conversación con Alfa y Omega, tras pasear por las calles de Hebrón, que «la ocupación afecta negativamente no solo a los palestinos, sino a la gente de Israel. A los soldados les afecta ver cómo usan y manipulan a la gente. Han decidido hablar de forma valiente, porque son una nueva generación que ve humanidad en los palestinos y que pone en duda a las instituciones».Las denuncias que hacen los miembros de esta organización van desde la llamada de atención sobre los procedimientos humillantes de inspección a palestinos que acuden a trabajar a los territorios israelíes «solo para buscar sustento para sus familias», al testimonio de un joven que cuenta como su compañero disparó a un anciano «a bocajarro, sabiendo que solo era un anciano», porque «cuando vuelves a casa desde la Franja todo el mundo te pregunta si mataste a alguien. Lo consideran un honor. Los soldados quieren salir de ahí con esa satisfacción». También hay entradas injustificadas en los hogares y derribos de edificios de los que salen familias con pañuelos blancos para no ser fusilados. Y hay soldados que se hacen fotos con los cuerpos inertes de los palestinos «porque son recuerdos de guerra». Estos, y muchos más –hasta 1.000– son los testimonios recogidos en breakingthesilence.org.il.
Tras caminar por los territorios ocupados, el arzobispo señala que «se siente la tensión. Los palestinos no pueden caminar libremente por las calles, que están vacías. Llaman a esta zona la ciudad fantasma», y recuerda uno de los testimonios de los exsoldados que les acompañan, que ha puesto de manifiesto ante decenas de obispos de la Iglesia católica que «uno de los objetivos del Ejército israelí es hacer sentir su presencia e infundir terror en los territorios ocupados. Por eso, para que los palestinos sientan la presión y vivan con tanto miedo que quieran irse de su tierra, cada noche entran a sus hogares de forma indiscriminada con la excusa de buscar terroristas. Despiertan a las familias, las humillan y luego se van a otra casa».
C.S.
Alfa y Omega

La Vicaría de Pastoral Social e Innovación se adhiere al llamamiento «para que no mueran de frío» los refugiados


Más de 430 entidades han firmado ya un llamamiento «para que no se mueran de frío», en el que se pide al Gobierno español y a la UE una operación eficaz y rápida a nivel europeo de protección de los refugiados ante las temperaturas extremas de los últimos días. La Vicaría de Pastoral Social e Innovación se ha sumado también al texto, que publicamos a continuación:

Más de 75.000 migrantes y refugiados llevan meses varados en Grecia, la antigua República yugoslava de Macedonia, Serbia, Eslovenia, Croacia, Hungría y Bulgaria, muchos de ellos a la espera de su reubicación a otros países de Europa. El sufrimiento de estas personas se ha agravado con la llegada del invierno, uno de los más fríos en los últimos años. Las temperaturas bajo cero por la ola de frío polar que azota Europa estas semanas, unido a las pésimas condiciones en que viven muchas de estas personas ha provocado numerosos problemas de salud, congelación de miembros o incluso, riesgo de muerte.
A pesar de los esfuerzos llevados a cabo, el hecho es que la preparación de todos los campamentos para el invierno no se ha completado y muchos refugiados continúan viviendo en tiendas.
«Se trata de salvar vidas, no de papeleos y de cumplir las disposiciones burocráticas», ha advertido el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR). Médicos Sin Fronteras ha denunciado el pasado jueves que se han registrado ya casos de congelación de miembros entre los alrededor de 2.000 migrantes y refugiados que se encuentran atrapados en Belgrado, donde en los últimos días se han registrado temperaturas bajo cero. «Estoy seguro de que el número de casos de congelación será mucho mayor al final de la semana», ha añadido Andrea Contenta, subrayando que el pasado fin de semana en la capital serbia se alcanzaron los 16 grados bajo cero y que la ciudad está cubierta por 30 centímetros de nieve.
La semana pasada, refugiados y asociaciones trabajando en los campos de Grecia explicaban en el manifiesto WAKE UP EUROPE las terribles condiciones de vida con la llegada del frío. También desde Grecia, el Servicio Jesuita a Refugiados denunciaba el sufrimiento de miles de personas: «En el Norte de Grecia, un refugiado afgano ha fallecido por congelación a causa de las temperaturas de 14 grados bajo cero», señalaba Cécile Deleplanque. «Los campamentos de las islas están abarrotados y muchas personas continúan viviendo en tiendas».
Las ayudas económicas destinadas a proteger a las personas refugiadas del invierno no parecen haber resultado del todo eficaces. El ACNUR alerta de la situación en la Isla de Samos donde unas 1.000 personas, incluidas familias con niños, se encuentran viviendo en tiendas de campaña sin calefacción. La situación en la ruta de los Balcanes es aún más grave, especialmente en la frontera entre Croacia y Hungría y Serbia, donde muchas personas refugiadas están afrontando las bajas temperaturas a la intemperie, ante el abandono e incluso hostigamiento de las autoridades.
El invierno es un fenómeno natural que no podemos controlar, pero sí podemos y debemos atender las necesidades inmediatas de estas personas vulnerables. Europa no puede dejar morir de frío a las personas refugiadas y es responsable de darles un trato digno.
Siempre que la magnitud de una emergencia sobrepasa las capacidades de respuesta de un país, el Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea permite una asistencia coordinada de los Estados participantes. Este Mecanismo apoya y facilita la movilización de los servicios de protección civil de los Estados Miembros para responder a las necesidades inmediatas de los países afectados por una catástrofe o en riesgo de sufrirla.
El Centro Europeo de Coordinación de la Respuesta a Emergencias (CECRE) es el núcleo operativo del Mecanismo europeo de Protección Civil. El CECRE trabaja en estrecha colaboración con las autoridades de protección civil de los Estados participantes en el Mecanismo, para coordinar una respuesta rápida a nivel europeo. El CECRE proporciona capacidad logística las 24 horas del día para supervisar y coordinar la respuesta. Además de los Estados miembros de la UE, en el Mecanismo de Protección Civil de la Unión, participan Islandia, Noruega, Serbia, Turquía y la Antigua República Yugoslava de Macedonia y Montenegro.
El Mecanismo europeo de Protección Civil se ha activado en algunos momentos de 2015 y 2016 para apoyo a los refugiados pero actualmente, sólo permanece abierto para Grecia -abajo figura el enlace a día 6 de enero- sin que se haya montado una operativa de emergencia específica con mayores medios para abordar la ola de frío actual.
Ante la emergencia humanitaria provocada por la llegada del invierno y la ola de frío polar en Europa, pedimos con carácter urgente:
1. Al Ministerio de Interior y al Gobierno de España, que solicite la activación del Mecanismo Europeo de Protección Civil para organizar una respuesta coordinada europea que de forma urgente, asista a los refugiados afectados por la ola de frío en Grecia y los Balcanes.
2. A la Comisión Europea, que ofrezca a Grecia y los países de los Balcanes la asistencia inmediata de dicho Mecanismo de Protección Civil para proteger a los refugiados de las bajas temperaturas que se dan estas semanas en Europa.
Infomadrid

Llamó a los que quiso para que se estuvieran con él



Lectura del santo Evangelio según san Marcos 3, 13-19

En aquel tiempo, Jesús subió al monte, llamó a los que él quiso y se fueron con él.
E instituyo doce para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar, y que tuvieran autoridad para expulsar a los demonios:
Simón, a quien puso el nombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y Juan, el hermano de Santiago, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges, es decir, los hijos del trueno, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el de Caná y Judas Iscariote, el que lo entregó.
Palabra del Señor.

JESÚS HA VENIDO PARA DESTRUIR LA INFLUENCIA DEL DEMONIO SOBRE NUESTROS CORAZONES




“La vita cristiana es una lucha. Dejémonos atraer por Jesús”. Fue la exhortación del Santo Padre Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. 

El Pontífice advirtió ante las tentaciones que nos conducen por el camino equivocado, y recordó que el Señor ha venido para destruir la influencia del mal sobre nuestros corazones.

Jesús y la muchedumbre

El Papa reflexionó sobre el Evangelio del día, que habla de la gran cantidad de gente que seguía a Jesús con entusiasmo, procedente de todas partes. Y ante la pregunta de por qué lo hacía, el Papa Francisco explicó que el mismo Evangelio relata que eran enfermos que querían curarse; pero también había personas a quienes les gustaba escuchar al Señor porque hablaba, no como los Doctores, sino “con autoridad”, por lo que llegaba a los corazones.

El Padre atrae a la gente hacia Jesús

Esta gente – prosiguió diciendo el Pontífice – “iba porque sentía algo”, hasta el punto de que el Señor tuvo que pedir una barca para alejarse un poco de la orilla:

“Esta muchedumbre ¿iba a ver a Jesús? ¡Sí! ¿Tenía necesidades? ¡Sí! Algunos eran curiosos, eran los escépticos, la minoría… Pero a esta muchedumbre la atraía el Padre: era el Padre el que atraía a la gente hacia Jesús. Hasta el punto de que Jesús no permanecía indiferente, como un maestro estático que pronuncia sus palabras y después se lava las manos. ¡No! Esta muchedumbre tocaba el corazón de Jesús. 

El mismo Evangelio nos dice: ‘Jesús se sentía conmovido, porque veía a esta gente como ovejas sin pastor’. Y el Padre, a través del Espíritu Santo, atraía a la gente hacia Jesús”.
De este modo, el Papa Francisco puso de manifiesto que la gente no se mueve a causa de razonamientos o “argumentos apologéticos”. No, dijo, “es necesario que sea el Padre quien te atraiga a Jesús”.

La vida cristiana es una lucha contra las tentaciones

Po otra parte, el Santo Padre observó que es “curioso” que en este pasaje del Evangelio de San Marcos, en el que se “se habla de Jesús, se habla de la muchedumbre, del entusiasmo y del amor del Señor”, termine con los espíritus impuros que cuando lo veían le gritaban: “¡Tú eres el Hijo de Dios!”:

“Ésta es la verdad; ésta es la realidad que cada uno de nosotros siente cuando se acerca a Jesús. Los espíritus impuros tratan de impedirlo, nos hacen la guerra. ‘Pero, Padre, yo soy muy católico; voy siempre a Misa… Y jamás, jamás, tengo estas tentaciones. ¡Gracias a Dios, no!'. '¡Reza, porque estás por un camino equivocado!’. 

Una vida cristiana sin tentaciones no es cristiana: es ideológica, es gnóstica, pero no es cristiana. Cuando el Padre atrae a la gente hacia Jesús, hay otro que te atrae de modo contrario ¡y te hace la guerra dentro! Y por esta razón Pablo habla de la vida cristiana como de una lucha: una lucha de todos los días. ¡Una lucha!”.

Una lucha – reafirmó el Papa – “para vencer, para destruir el imperio de satanás, el imperio del mal”. Y para esto – dijo – “ha venido Jesús, ¡para destruir a satanás! Para destruir su influencia sobre nuestros corazones”. E insistió en que el Padre “atrae a la gente a Jesús”, mientras el espíritu del mal “trata de destruir, ¡siempre!”.

¿Estamos luchando contra el mal?

La vida cristiana – dijo el Papa al concluir su homilía – “es una lucha así. Si quieres ir adelante – fue su exhortación – “¡debes luchar! Sentir el corazón que lucha, para que Jesús venza”:

“Pensemos cómo es nuestro corazón: ¿Siento esta lucha en mi corazón? ¿Entre la comodidad o el servicio a los demás, entre divertirme un poco o hacer oración y adorar al Padre, entre una cosa y la otra? ¿Siento la lucha, las ganas de hacer el bien? ¿Creo que mi vida conmueve el corazón de Jesús? Si yo no creo esto, debo rezar mucho para creerlo, para que me sea dada esta gracia. 

Que cada uno de nosotros busque en su corazón cómo va la situación allí. Y pidamos al Señor ser cristianos capaces de discernir lo que sucede en el propio corazón y capaces de elegir bien el camino sobre el que el Padre nos atrae a Jesús”.

La Iglesia pide a los cristianos "que se opongan a los asentamientos y a los muros" de Israel en Palestina


 "Cincuenta años de ocupación requieren acción". Éste es el título del rotundo comunicado con el que obispos de todo el mundo, reunidos en Tierra Santa, tachan de "escándalo" la ocupación israelí de los territorios palestinos, al tiempo que piden a los cristianos que se opongan a los asentamientos y a los muros".
Así lo reclaman en el comunicado final del encuentro de la Coordinadora de las Conferencias episcopales para la Iglesia en Tierra Santa y la Asamblea de Obispos de Católicos de Tierra Santa, 'Holy Land Coordination' (HLC), que ha tenido lugar del 13 al 19 de enero de 2017.

"Todos tenemos la responsabilidad de oponernos a la construcción de asentamientos. Esta anexión de facto de la tierra no sólo socava los derechos de los palestinos en zonas como Hebrón y Jerusalén Este, sino que, como reconoció recientemente la ONU, pone también en peligro la posibilidad de paz", señala el comunicado, que incide en la necesidad de "prestar atención al pueblo de Gaza" que "continúa viviendo en medio de una catástrofe humanitaria".
"Han pasado una década bajo bloqueo, agravado por un estancamiento político causado por la mala voluntad de todas las partes", añaden los obispos firmantes, que animan a "la resistencia no violenta" ante esta situación. Al tiempo, denuncian la "injusticia" de la construcción del muro del Valle de Cremisán.
"Todos los cristianos tienen la responsabilidad de promover una solución de dos Estados", concluye el texto, que incide en que "si Israel y Palestina no están de acuerdo en existir uno al lado del otro, reconciliados y soberanos dentro de fronteras mutuamente acordadas y reconocidas internacionalmente, la paz seguirá siendo un sueño distante y la seguridad una ilusión".
Este texto está firmado por los obispos Declan Lang y William Kenney (Inglaterra y Gales); Riccardo Fontana (Italia); Stephen Ackermann (Alemania); Peter Bürcher (Conferencia Episcopal de los Países Nórdicos); Oscar Cantú (EEUU); Christopher Chessun (Iglesia de Inglaterra); Michel Dubost (Francia); Lionel Gendron (Canadá); Félix Gmür (Suiza); Nicholas Hudson (Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea; y William Nolan (Escocia); con el apoyo del secretario general del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa y Peter-John Pearson, de la Conferencia Episcopal de Sudáfrica.
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