¡Quiere… lo que Dios quiere para ti!
Ofrécele, en medio de inquietudes y dificultades,
el sacrificio de tu alma sencilla que,
pese a todo, acepta los designios de su Providencia…
Despreocúpate, confiando ciegamente en ese Dios que te quiere para Sí,
y que está en ti aunque jamás lo veas.
Piensa que estás en sus manos, tanto más firmemente agarrado,
cuanto más decaído y triste te encuentres. ¡Vive feliz! ¡Te lo suplico!
Que nada sea capaz de quitarte tu paz,
Conserva siempre sobre tu rostro, una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor continuamente te dirige.
Que nada sea capaz de quitarte tu paz,
ni la fatiga psíquica, ni tus fallas morales...
como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que te llene de la Paz de Dios.Recuerda:
Cuanto te reprime o inquieta es FALSO y desaparecerá... Es PASAJERO…
Te lo aseguro en nombre de las Leyes de la Vida
y de las Promesas de Dios.
Por eso, cuando te sientas apesadumbrado y triste …
¡ Sólo Adora y Confía !Dios nos pone pruebas, éstas son para purificarnos
y probarnos a nosotros mismos de todo lo que somos capaces…
como Hijos Benditos de Dios.
¡Así que amemos lo que Dios ha querido hoy para nosotros!
De Teilhard de Chardin