lunes, 3 de marzo de 2014

No se conoce a Dios «de oídas». El Papa destaca la importancia de los Ejercicios Espirituales

Subrayando que los Ejercicios Espirituales son una «experiencia» del amor de Dios, el Papa Francisco recibió a los participantes en la asamblea de la Federación Italiana de Ejercicios Espirituales, este lunes en el 50 aniversario de su fundación. Y subrayó que los hombres de hoy tienen necesidad de encontrar a Dios no «de oídas». «Proponer los Ejercicios Espirituales es invitar a una experiencia de Dios, de su amor y de su belleza». Así comenzó su discurso el Obispo de Roma, señalando que el que «vive los Ejercicios» vuelve «renovado», «transfigurado» a la vida de cada día, al ministerio, a las relaciones cotidianas, llevando consigo el perfume de Cristo»:
 

«Los hombres y las mujeres de hoy en día necesitan encontrar a Dios, conocerlo 'no de oídas’ (cfr. Job 42,5). El servicio de ustedes está dirigido todo a esto y lo hacen ofreciendo espacios y tiempos de intensa escucha de su Palabra en el silencio y en la oración». 


El Papa Bergoglio señaló que las Casas de espiritualidad son lugares privilegiados para esta experiencia espiritual, por lo que deben ser apoyadas para este fin, brindando personal competente:
 

«Aliento a los Pastores de las diversas comunidades para que se preocupen con el fin de que no falten Casas de Ejercicios, donde agentes bien formados y predicadores preparados - dotados de cualidades doctrinales y espirituales - sean verdaderos maestros de espíritu. Sin embargo, no olvidemos nunca que el protagonista de la vida espiritual es el Espíritu Santo. Él sostiene toda iniciativa nuestra de bien y de oración».
 


Y tras recordar que un buen curso de Ejercicios Espirituales contribuye a renovar en el que participa su adhesión incondicional a Cristo y ayuda a comprender que la oración es el medio insustituible de la unión con Él, el Papa concluyó agradeciendo a la mencionada Federación «el precioso servicio» que brindan a «la Iglesia, con el fin de que la práctica de los Ejercicios Espirituales se difunda y sea apoyada y valorada».
(CdM - RV)

¿Qué significa "entrar en la Cuaresma"?

·  Significa comenzar un tiempo de particular compromiso en el combate espiritual que nos opone al mal presente en el mundo, en cada uno de nosotros y a nuestro alrededor. 


·  Quiere decir mirar al mal cara a cara y disponerse a luchar contra sus efectos, sobre todo contra sus causas, hasta la causa última, que es Satanás. 


·  Significa no descargar el problema del mal sobre los demás, sobre la sociedad, o sobre Dios, sino que hay que reconocer las propias responsabilidades y asumirlas conscientemente. En este sentido, resuena entre los cristianos con particular urgencia la invitación de Jesús a cargar cada uno con su propia «cruz» y a seguirle con humildad y confianza (Cf. Mateo 16, 24). 

La «cruz», por más pesada que sea, no es sinónimo de desventura, de una desgracia que hay que evitar lo más posible, sino una oportunidad para seguir a Jesús y de este modo alcanzar la fuerza en la lucha contra el pecado y el mal.


·  Entrar en la Cuaresma significa, por tanto, renovar la decisión personal y comunitaria de afrontar el mal junto a Cristo. La Cruz es el único camino que lleva a la victoria del amor sobre el odio, de la generosidad sobre el egoísmo, de la paz sobre la violencia. 

Desde esta perspectiva, la Cuaresma es verdaderamente una ocasión de intenso compromiso ascético y espiritual fundamentado sobre la gracia de Cristo.



Palabras que pronunció SS Benedicto XVI después de rezar la oración mariana del Ángelus, el domingo, 10 febrero 2008.

De los tratados morales de san Gregorio Magno, papa, sobre el libro de Job

De los tratados morales de san Gregorio Magno, papa, sobre el libro de Job

Hay algunos cuya simplicidad llega hasta ignorar lo que es honrado. Esta simplicidad no es la simplicidad de la inocencia, ya que no los conduce a la virtud de la honradez; pues en la medida en que no saben ser cautos por su honradez, su simplicidad deja de ser verdadera inocencia.

De ahí que Pablo amonesta a los discípulos con estas palabras: Querría que fueseis listos para lo bueno y simples para lo malo. Y dice también: Sed niños para lo malo, pero vuestra actitud sea de hombres hechos.

De ahí que la misma Verdad en persona manda a sus discípulos: Sed sagaces como serpientes y simples como palomas. Nos manda las dos cosas de manera inseparable, para que así la astucia de la serpiente complemente la simplicidad de la paloma y, a la inversa, la simplicidad de la paloma modere la astucia de la serpiente.

Por esto, el Espíritu Santo hizo visible a los hombres su presencia, no sólo con figura de paloma, sino también de fuego. La paloma, en efecto, representa la simplicidad, y el fuego representa el celo. Y así se mostró bajo esta doble figura, para que todos los que están llenos de él practiquen la simplicidad de la mansedumbre, sin por eso dejar de inflamarse en el celo de la honradez contra las culpas de los que delinquen.