sábado, 22 de agosto de 2015

Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Sal 33,2-3.16-17.18-19.20-21.22-23  

Gustad y ved qué bueno es el Señor.


Bendigo al Señor en todo momento, 

su alabanza está siempre en mi boca;  
mi alma se gloría en el Señor:  
que los humildes lo escuchen y se alegren.


Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Los ojos del Señor miran a los justos,  

sus oídos escuchan sus gritos;  
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,  
para borrar de la tierra su memoria.


Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha  

y lo libra fe sus angustias;  
el Señor está cerca de los atribulados,  
salva a los abatidos.


Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Aunque el justo sufra muchos males,  

de todos lo libra el Señor;  
él cuida de todos sus huesos,  
y ni uno solo se quebrará.


Gustad y ved qué bueno es el Señor.
La maldad da muerte al malvado,  

y los que odian al justo serán castigados.  
El Señor redime a sus siervos,  
no será castigado quien se acoge a él.

Gustad y ved qué bueno es el Señor.

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