“Necesitamos un cambio, un cambio real, un cambio positivo, un cambio
redentor”, lo dijo el Papa Francisco en el II Encuentro Mundial de los
Movimientos Populares en Santa Cruz de la Sierra.
En la
segunda etapa de su Visita Apostólica a Latinoamérica el Santo Padre participó
en el Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, evento organizado en
colaboración con el Pontificio Consejo de Justicia y Paz y la Pontificia
Academia de las Ciencias Sociales. El Encuentro reúne a delegados de los movimientos
populares de todo el mundo: indígenas, inmigrantes, campesinos “sin tierras”,
“villeros”, etc.
En su
discurso, el Pontífice recordó con alegría el primer Encuentro de los
Movimientos Populares realizado en Roma en octubre de 2014, el que se vivió en
un clima de “fraternidad, garra, entrega, sed de justicia”. En este segundo
Encuentro, dijo el Papa, “invito a todos, a los Obispos, sacerdotes y laicos,
junto a las organizaciones sociales de las periferias urbanas y rurales, a
profundizar este encuentro”, con el fin de superar la graves situaciones de
injusticia que sufren los excluidos en América Latina y en toda la tierra.
Asimismo,
el Obispo de Roma señaló que ante los problemas comunes de los latinoamericanos
y en general de toda la humanidad, necesitamos y queremos un cambio. “Un cambio
real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan
los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las
comunidades, no lo aguantan los Pueblos… Y tampoco lo aguanta la Tierra, la
hermana Madre Tierra como decía San Francisco”. Por ello, afirmó el Papa, el
mundo entero necesita “respuestas globales a los problemas locales. La
globalización de la esperanza, que nace de los Pueblos y crece entre los
pobres, debe sustituir esta globalización de la exclusión y la indiferencia”.
(Renato
Martinez – RV)
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