Alepo - “Diariamente estamos bajo las bombas. Creo que muchos
cristianos huirán de Alepo y buscarán refugio en la zona costera, pero lo harán
cuando se cierren las escuelas y universidades, después de los exámenes. Es
paradójico, pero en el desastre en el que vivimos, este año en los distritos
centrales de Alepo las escuelas y universidades han permanecido abiertas. Y
quienes han podido no han dejado de ir a clase y de hacer los exámenes,
mostrando que todavía creen que el estudio es importante para el futuro. Y todo
esto, mientras se vive en una ciudad que parece no tener futuro”. Con estas
palabras, el jesuita sirio Antoine Audo, obispo caldeo de Alepo, explica a la
Agencia Fides los sentimientos compartidos por las familias cristianas de la
ciudad mártir.
En las últimas horas, según las noticias relanzadas por los
organismos internacionales, en la región de Alepo las milicias yihadistas
parecen haber consolidado sus posiciones, intimidando a la rendición a dos mil
soldados del ejército gubernamental que han quedado atrapados en la zona. “En
realidad”, dice el obispo Audo “desde hace más de tres años para salir de Alepo
no utilizamos los aeropuertos, que están todos en zonas en disputa. La
impresión es que se está llevando a cabo una fuerte propaganda y guerra
psicológica contra el gobierno, orquestada también a nivel internacional con el
uso pilotado de la información. Hablan de un ataque a Alepo, dicen que Alepo
está acabada. Tal vez están preparando algo”.
Las noticias acerca de los cristianos, según el obispo caldeo de
Alepo, también se utilizan a menudo en clave instrumental: “hace tres semanas”,
señala el obispo Audo “los grupos armados anti-gobierno realizaron ataques muy
fuertes contra los distritos donde se concentran las Catedrales cristianas y
luego también atacaron el distrito Suleimanya, donde viven muchos cristianos.
Tal vez la intención era la de impresionar a la opinión pública internacional y
justificar las respuestas militares. Desde el principio, han hecho todo lo
posible para presentar este conflicto como un enfrentamiento religioso entre
cristianos y musulmanes, o entre chiitas y sunitas. Por supuesto, los
cristianos son el grupo más indefenso, no tienen armas, tienen miedo. Pero
ciertas consignas y determinadas interpretaciones dirigidas y pilotadas, sólo
sirven para ocultar las verdaderas razones y la dinámica real de la guerra. Hay
quienes quieren dividir toda la zona en pequeñas entidades sectarias, como
trataron de hacer también en Iraq, para poner unos contra otros y continuar
dominando todo”.
Fuente: News.va
No hay comentarios:
Publicar un comentario