Oremos por todos los niños que sufren! Invitó el Papa
Francisco alentando a rezar en especial por las víctimas más pequeñas e
indefensas en los problemas familiares, en las guerras y en las persecuciones.
«Queridos amigos, cuidar a los
niños significa creer que cada uno de ellos es un don de Dios al mundo. No escatimemos
esfuerzos con el fin de que puedan sentirse siempre acogidos y amados en
nuestras familias y en nuestras comunidades», dijo el Obispo de Roma
dirigiéndose a los miles de peregrinos de todo el mundo, y en particular a los
de lengua árabe, provenientes de Irak y de Oriente Medio:
«Los niños son a menudo las primeras
víctimas de los problemas familiares, de los conflictos, de las guerras y de
las persecuciones. Oremos por todos los niños que sufren, rogando al Señor que los custodie
de todo mal, que despierte las conciencias adormecidas y que convierta los
corazones de piedra para que nunca falte a ningún niño amor y cuidados ¡Que el
Señor bendiga a todos los niños y los proteja del maligno!»
En su audiencia
general de la Octava de Pascua, renovando sus mejores deseos en este tiempo de alegría pascual, el Papa
Francisco, agradeciendo los mensajes que le llegaron de todo el mundo, reiteró a los miles
de peregrinos su exhortación a ser verdaderos testigos de Cristo Resucitado, en
las familias y todos los ámbitos de la vida, deseando que el Señor Resucitado
confirme a todos en la fe y los haga testimonios de su amor y de su
misericordia:
«Queridos hermanos y
hermanas, en este periodo pascual les deseo que la paz y la alegría de la resurrección
de nuestro Señor esté siempre presente en cada uno de
ustedes, en sus familias y en sus comunidades. Les agradezco por todas las
felicitaciones y expresiones de cercanía espiritual que me han llegado en
ocasión de la Santa Pascua. Me encomiendo a sus oraciones, asegurando
asimismo las mías por todos, y rogando al Señor que derrame con abundancia su
gracia y bendición».
El Papa
Bergoglio dirigió un saludo especial también a los peregrinos
croatas. En particular a los jóvenes voluntarios de la Diócesis de Dubrovnik, acompañados
por su Pastor, Mons. Mate Uzinic:
«Queridos amigos,
ustedes son hijos de la Iglesia que es Madre y Maestra. Así como la Iglesia consuela a tantos
que están en la necesidad, también ustedes con su celo fraterno edifiquen el
mundo en el que viven. Sepan encontrar su lugar en la Iglesia y en la sociedad,
asumiendo generosamente los compromisos que ahora les han sido encomendados en
sus familias y en todos los ambientes. ¡Que su juventud se fortalezca y se
alimente sólo en la fe! ¡Sólo así encontrarán en sus vidas a
Cristo Resucitado, que nos ha liberado de la muerte! ¡Les agradezco su
compromiso en la Iglesia y los bendigo! ¡Alabados sean Jesús y María!»
A los
jóvenes, a los enfermos y a los recién casados les deseó que «el anuncio pascual siga haciendo
arder nuestro corazón, como a los discípulos de Emaús».
«Queridos jóvenes, sólo el Señor
Jesús puede responder completamente a los
anhelos de felicidad y de bien en sus vidas. Queridos enfermos, no hay
consolación más bella ante el sufrimiento que la certeza de la Resurrección
de Cristo. Queridos recién casados, vivan su matrimonio en concreta adhesión a
Cristo y a las enseñanzas del Evangelio»
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