Desgraciadamente, en nuestra sociedad, la depresión
aún es vista por muchos como sensiblería, falta de fuerza de voluntad para
encarar la vida. La depresión es una enfermedad seria, que incapacita. Si ésta
alcanza un grado elevado, la persona deja de trabajar, pierde el interés por
cualquier actividad y siente dificultad para llevar a cabo las tareas más
banales del día a día como hacer la cama, bañarse y responder un email.
Alguien que acaba de pasar por una pérdida muy
dolorosa o simplemente se sumergió en un estado depresivo sin motivo aparente,
es alguien que necesita ayuda, apoyo, incentivo, comprensión, cariño – y no
burlas, reclamos y críticas excesivas. Recuerda: la persona con
depresión tiene baja autoestima, energía, esperanza. No ve una perspectiva
para el futuro. Sólo de pensar en el futuro, se siente angustiada y sin
fuerzas. La persona se ve como el último ser humano, alguien que ha fracasado
en todo. Pero ¿vamos a nuestra lista?
1 – No juzgues a la persona con
depresión: Decir “verdades” a alguien que está en el fondo
del pozo sólo empeora la situación, además de ser un acto de cobardía. Acusarla
de débil no la fortalecerá. Al contrario.
2 – Hacer una lista de los defectos que te
irritan de la persona tampoco la ayudará en nada. Al contrario,
nuevamente. Esa persona se sentirá aún más frágil y, dependiendo del grado de
depresión, exceso de críticas en ese momento puede motivarla a hacer algo
impensable y definitivo contra ella misma. Sí, todo lo cruel que le decimos a
una persona con depresión grave puede motivarla a intentar suicidarse.
3 – Minimizar el dolor de la persona con
depresión, diciendo que existen personas que sufren mucho más
que ella también es inadecuado. Muchas veces, la intención es buena en este
tipo de situaciones, pero no funciona. Cada dolor es único. No existe el dolor
pequeño cuando toca a las personas. Sí, respeta el dolor de la persona incluso
cuando consideres que sus motivos son insignificantes.
4 – No estés de acuerdo con las tonterías
que dice sobre sí misma. Por ejemplo: una persona que ha pasado por una
decepción amorosa dice que nadie logra amarla, que no debe enamorarse más.
Jamás estés de acuerdo con este tipo de cosas. La persona puede estarse
despreciando, pero en el fondo, quiere oír que vale. Deja que la persona
reclame bastante y al final hazle un elogio, demuéstrale cuán importante y
especial es, pero sin esperar que cambie de la noche a la mañana.
5 – Decir que la depresión es la falta de
Dios es otra cosa que debemos evitar. Además de simplista, es irritante.
Las personas que aman a Dios también se enferman.
6 – No esperes mucho de la persona con depresión. No exijas de ella
esfuerzos que en ese momento parecen insoportables. No la obligues a ir a
eventos sociales o a que finja que está todo bien. Déjala llorar y tranquila.
Escúchala sin juzgar. Invita a la persona a hacer cosas que le gustan, pero sin
presionarla. Intenta que se sienta atraída.
Lo mejor que podemos
hacer por alguien que está enfrentando una grave depresión es
incentivarlo a buscar ayuda profesional. La asociación de
medicamentos y terapia es muy eficaz en el tratamiento depresivo. Poco a poco
la persona empieza a dar señales de mejoría. Un buen tratamiento combinado con
mucho cariño es el mejor camino para ayudar a quien amamos y que, más que
nunca, necesita de nosotros.
Sílvia Marques, por Obvious
Aleteia
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