Ya está todo listo en Cracovia para la inauguración de la JMJ en el Año de la Misericordia. Este martes por la tarde, el cardenal Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia, presidirá en el parque Blonia la Misa de apertura de la XXXI Jornada Mundial de la Juventud, en vísperas de la llegada del Papa Francisco. La ceremonia de apertura del evento estará dedicada a san Juan Pablo II, artífice de las JMJ.
Antes de la Misa celebrada por su exsecretario, tendrá lugar la peregrinación de la «llama de la Misericordia» que llegará hasta Blonia desde Łagiewniki, lugar que recuerda a santa Faustina Kowalska.
Recorrido por la vida de Juan Pablo II
En su recorrido, la «llama de la Misericordia» tocará todos los lugares significativos de la vida de san Juan Pablo II: desde la Iglesia de San Florián en Cracovia donde fue un joven sacerdote, hasta la catedral sobre la Colina de Wawel, que desde 1963 a 1978 fue su iglesia cuando era pastor de la arquidiócesis de Cracovia.
En la Misa, en la cual está prevista la participación de más de 500 mil jóvenes, estarán presentes los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud: la Cruz y el Icono de la Virgen, mientras que algunos jóvenes vestirán las camisetas con los logos de las ediciones pasadas de la JMJ.
Con la ceremonia de apertura de esta tarde se hará visible el «mosaico del misericordia y armonía» del cual Francisco habló hace pocos días en el video mensaje a Polonia. Un mosaico que se completará mañana con la llegada del Pontífice, que en este Año Santo, en Cracovia, la capital de la Divina Misericordia, vivirá junto a ellos el Jubileo de los Jóvenes.
La capital de la Divina Misericordia
Este lunes, en una rueda de prensa, el cardenal Dziwisz explicó que su deseo para la Jornada es «que los jóvenes comprendan el mensaje espiritual de la Jornada Mundial de la Juventud: el misterio de la Divina Misericordia». En la rueda de prensa también estaba monseñor Damian Muskus, obispo auxiliar de Cracovia y responsable de la organización de la Jornada; y los representantes del gobierno de Cracovia: el gobernador Józef Pilch, el alcalde Jacek Krupa y el presidente de Cracovia Jacek Majchrowski.
«Hoy llega a Cracovia una juventud llena de alegría. Los jóvenes llegan a la capital de la Divina Misericordia. Queremos que ellos se familiaricen con la Divina Misericordia, tema de gran importancia en Europa y el mundo entero. Jesús dijo que necesitamos confiar en la Divina Misericordia para que haya paz en la Tierra. Es posible que esta sea la razón por la cual Dios convirtió a Cracovia, la tierra de la Divina Misericordia, en el lugar de encuentro para la juventud en este año jubilar» explicó el Cardenal Stanisław Dziwisz, presidente del Comité Oganizador de la JMJ.
«Santa Faustina escribió en su diario que desde Cracovia brotará la chispa que preparará al mundo para la última venida de Jesucristo. Queremos compartir este secreto de la Divina Misericordia con los jóvenes, para que puedan apropiarse de esta chispa de paz que caracteriza a Cracovia En este momento, en Europa se vive un clima de mucha ansiedad, la paz está en peligro, hay terrorismo y este terrorismo es brutal. Es por esto que deseamos crear un ambiente de paz, reconciliación, solidaridad y benevolencia mutua que empiece aquí en Cracovia y llegue al mundo entero», continuó el cardenal Dziwisz.
Aprender a rezar la coronilla
Monseñor Damian Muskus subrayó la importancia del mensaje del Papa Francisco: «Todo sucede bajo el signo de la Misericordia». «Esta frase resume los eventos que se llevarán a cabo en los próximos días. El centro espiritual de estos días será Łagiewniki, en Cracovia, lugar donde están ubicados dos santuarios: el de la Divina Misericordia y el de Juan Pablo II» explica el obispo Muskus.
El obispo invitó a los jóvenes a una peregrinación jubilar hacia los dos santuarios: «Ansiamos que los jóvenes no solo conozcan estos lugares, sino que también aprendan algo mucho más importante: a rezar la Coronilla de la Divina Misericordia. Deseamos que vuelvan a sus hogares y puedan usar esta oración en su vida», añadió el obispo Muskus.
«En Cracovia se respira un aire distinto: la ansiedad y frialdad hacia la JMJ han sido sustituidas por satisfacción y deseo de los habitantes por hospedar a los jóvenes en sus hogares», subrayó el cardenal Dziwisz. Los representantes del Gobierno de Cracovia hablaron con orgullo sobre las preparaciones para la JMJ. «Nos aseguraremos de que cada peregrino se sienta seguro en Cracovia», aseguró el gobernador Plich. El alcalde Jacek Krupa subrayó la enorme contribución de la JMJ a la promoción de la región: «Los peregrinos serán nuestros embajadores, elogiarán a Małopolska en el mundo».
«La puerta en el escudo de Cracovia está abierta y anima a todos a entrar por ella», afirmó el alcalde Jacek Majchrowski mientras evocó las tradiciones multiculturales de la ciudad e invitó a los jóvenes a que estudien en las universidades de Cracovia.
Alfa y Omega
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