“El día de Santa Ana s la fiesta de la madre, de la abuela, es decir, la fiesta de la familia”, con estas palabras el párroco de la parroquia pontificia de Santa Ana -Bruno Silvestrini- explica a Radio Vaticano que han celebrado un triduo de oración que comenzó el pasado sábado, en honor a la abuela de Jesús y de la Jornada Mundial de la Juventud. Además de celebrar este martes al medio día una misa presidida por el cardenal Angelo Comastri, Vicario General para la Ciudad del Vaticano y otra en la tarde presidida Mons. Georg Gaenswein, Prefecto de la Casa Pontificia.
Bruno Silvestrini, explica que esta parroquia fue encomendada por el Papa Pío XI, en 1929, a los agustinos y a la archicofradía vaticana de Santa Ana de’ parafrenieri, que se trasladó a partir de aquel año a la iglesia romana de Santa Catalina de la Rota. Asimismo se recuerda que se debe a sus miembros la construcción, en el siglo XVI de esta pequeña iglesia. Mientras la devoción a la abuela de Jesús se remonta a los orígenes de la archicofradía, cuando sus miembros se reunían en torno a un altar de la Basílica de San Pedro, dedicado a Santa Ana.
El párroco recuerda que a la pequeña iglesia de Santa Ana -que se encuentra dentro de las murallas vaticanas y a la que se tiene acceso desde la vía de Porta Angélica- pueden acudir todos los fieles que lo deseen sin ningún permiso especial.
Santa Ana es venerada en diferentes rincones del mundo, también en Notre Dame D'Auray, en la diócesis de Vannes y en Canadá, donde es la principal patrona de la provincia de Quebec, el santuario de Santa Ana de Beaupré es bien conocido. Santa Ana es patrona de las mujeres en parto. También es patrona de los mineros, Cristo siendo el oro y María la plata.
(MZ-RV)
(from Vatican Radio)
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