El desierto no es solo el lugar áspero,
terrible, donde se experimenta la tentación; es también el lugar de la
intimidad con Dios, donde se escucha la Palabra en lo más profundo del ser.
Texto bíblico: "No sólo de pan vive el
hombre" (Lc 4,4). “La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y
en el corazón” (Rom 10,8).
El papa Francisco, para este tiempo de Cuaresma,
recomienda de manera especial la meditación de las obras de misericordia: “La
Cuaresma de este Año Jubilar, pues, es para todos un tiempo favorable para
salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de la
Palabra y a las obras de misericordia. Mediante las corporales tocamos la carne
de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos, vestidos,
alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente
nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar, amonestar,
rezar”.
La
tentación se supera al contemplar el testimonio de Jesús, Él nos ha dejado los
instrumentos de la oración, el ayuno y la limosna, pero en caso de ser víctima
de la propia debilidad, san Bernardo nos enseña: “Si cometo un gran pecado, me
remorderá mi conciencia, pero no perderé la paz, porque me acordaré de las
llagas del Señor”.
PROPUESTA
Toma
el bordón de la lectura de algún libro que te pueda ayudar, y si te es posible,
ten la referencia diaria a los textos litúrgicos.
Ángel Moreno de Buenafuente
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