martes, 23 de febrero de 2016

Misericordia en el profeta Ezequiel

Ezequiel 34, 11-16

11 "Porque así dice el Señor Yahvé: Aquí estoy yo; yo mismo cuidaré de mi rebaño y velaré por él.  

12 Como un pastor vela por su rebaño cuando se encuentra en medio de sus ovejas dispersas, así velaré yo por mis ovejas. Las recobraré de todos los lugares donde se habían dispersado en día de nubes y brumas.  

13 Las sacaré de en medio de los pueblos, las reuniré de los países, y las llevaré de nuevo a su suelo. Las pastorearé por los montes de Israel, por los barrancos y por todos los poblados de esta tierra. 

14 Las apacentaré en buenos pastos, y su majada estará en los montes de la excelsa Israel. Allí reposarán en buena majada; y pacerán pingües pastos por los montes de Israel.  

15 Yo mismo apacentaré mis ovejas y yo las llevaré a reposar, oráculo del Señor Yahvé.  

16 Buscaré la oveja perdida, tornaré a la descarriada, curaré a la herida, confortaré a la enferma; pero a la que está gorda y robusta la exterminaré; las pastorearé con justicia. 

Ezequiel 36, 22-32

22 Por eso, di a la Casa de Israel: Esto dice el Señor Dios: No lo hago por vosotros, Casa de Israel, sino por mi santo Nombre, profanado por vosotros en las naciones adonde fuisteis.  

23 Mostraré la santidad de mi Nombre ilustre profanado entre los paganos, que vosotros profanasteis en medio de ellos, y sabrán los paganos que yo soy el Señor -oráculo del Señor Dios- cuando les muestre mi santidad en vosotros. 

24 Os recogeré por las naciones, os reuniré de todos los países y os llevaré a vuestra tierra. 

25 Os rociaré con un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar.  

26 Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. 

27 Os infundiré mi espíritu y haré que caminéis según mis preceptos y que cumpláis mis mandatos poniéndolos por obra. 

28 Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres; vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios

29 Os libraré de vuestras inmundicias, llamaré al grano y lo haré abundar y no os dejaré pasar hambre; 

30 haré que abunden los frutos de los árboles y las cosechas de los campos, para que no os insulten los paganos llamándoos muertos de hambre. 

31 Al acordaros de vuestra conducta perversa y de vuestras malas acciones, sentiréis asco de vosotros mismos por vuestras culpas y abominaciones. 

32 Sabedlo bien, no lo hago por vosotros -oráculo del Señor Dios-; avergonzaos y sonrojaos de vuestra conducta, Casa de Israel. 

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