Bergoglio se encontrará esta tarde con Kirill en el aeropuerto José Martí
Francisco, el Papa de la sorpresa, vuela ya hacia México, en el que su cuarto viaje al
continente que le vio nacer. Después de Brasil, Cuba y Estados Unidos y el tour
que le llevó por Bolivia, Ecuador y Paraguay, el Papa llega hoy al segundo país
con mayor número de católicos del mundo, donde se espera que dé voz a las
angustias de un pueblo azotado por la violencia, las redes de corrupción y de
tráficos ilegales. Y que tendrá una histórica escala en Cuba.
A las 7:47 horas, el vuelo AZ330 de Alitalia salía
del aeropuerto de Fiumicino. El Papa subió las escalerillas del avión portando
su ya clásico maletín negro. A las nueve sobrevolará territorio español
(Barcelona y Santiago de Compostela), con lo que se espera un telegrama a
nuestro país.
Antes, y como viene siendo habitual antes de cada
viaje, Francisco se dirigió ayer a la Basílica de Santa María la
Mayor para rezar ante la imagen de la Salus Populi Romani y
encomendar a la Madre de Dios su visita apostólica a México. Antes de salir,
publicó un tweet: "En México miraré
a los ojos de María y le suplicaré que no deje de mirarnos con misericordia. A
Nuestra Madre confío desde ahora mi viaje".
Bergoglio llegó a la Basílica para rezar de manera
privada ante la imagen de la Virgen María, y sucesivamente el pontífice se
dirigó a la Basilica de San Juan de Letrán en donde encontró a los presbíteros
romanos reunidos con ocasión del inicio de la Cuaresma. Allí el Papa Francisco
confesó a algunos sacerdotes, y donó su libro "El nombre
de Dios es Misericordia", a todos los presbíteros del clero
romano. "Sean misericordiosos como el padre - les dijo. No hay que apalear a la gente, sino acariciar como nos acaricia
Dios".
Antes de llegar a México, el Papa hará una escala en
el aeropuerto "José Martí" de La Habana, para
abrazar, por primera vez en casi un milenio del Gran Cisma, al patriarca
ortodoxo ruso. Kirill ya se encuentra en Cuba, donde
ayer fue recibido por el presidente Raúl Castro, quien ejercerá de anfitrión en
un histórico encuentro que culminará con la firma de una declaración conjunta.
Tras su paso por La Habana, Bergoglio llegará esta
madrugada (hora española) a Ciudad de México. Guadalupe,
Ecatepec, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas (Chiapas), Morelia o
Ciudad Juárez serán las escalas de este viaje, donde junto a
las luces de las palabras de esperanza del Papa se ocultan las sombras de la
ausencia de recepciones oficiales a los padres de los 43 secuestrados
en Iguala, o a las víctimas de la pederastia clerical.
La Iglesia mexicana aún
debe purgar los pecados de algunos de sus miembros, especialmente el depredador
Marcial Maciel. El "Papa de las sorpresas" puede dar una más, si
finalmente se salta el programa oficial y escucha las voces de los que sufrieron
a manos de quienes debían protegerles.
(Jesús Bastante).-
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