Del Salmo 50:
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Un
corazón quebrantado y humillado,
Tú, Dios mío, no lo desprecias
Tú, Dios mío, no lo desprecias
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
Un
corazón quebrantado y humillado,
Tú, Dios mío, no lo desprecias
Tú, Dios mío, no lo desprecias
Los sacrificios no te
satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
Tú no lo desprecias.
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
Tú no lo desprecias.
Un
corazón quebrantado y humillado,
Tú, Dios mío, no lo desprecias
Tú, Dios mío, no lo desprecias
No hay comentarios:
Publicar un comentario