domingo, 30 de agosto de 2015

La influencia de san Agustín en santa Teresa

El espíritu agustiniano y la lectura de las Confesiones de San Agustín influyeron, sin duda, en Santa Teresa suscitando poderosamente en ella dos de las llamadas ‘conversiones’ de la Santa. En el presente estudio intentamos esclarecer en qué sentido se puede hablar de influencia. Teresa ingresa como educanda interna seglar en el monasterio de las religiosas agustinas Ntra. Señora Santa María de Gracia, en Ávila.
Reside en él durante año y medio. Tenía entonces dieciséis años. Andaba con “niñerías nonada buenas” y había descuidado la religiosidad de la infancia. En aquel entorno agustiniano Teresa recupera su vida de piedad, pero no lo hace desde la espiritualidad agustiniana, sino desde ella misma y hacia la que ella siempre fue, animada, evidentemente, por el ejemplo de las religiosas.
En 1554, a los 39 años, conmocionada por una imagen del Cristo muy llagado lee, ocasionalmente, lasConfesiones de San Agustín. La conmovieron hondamente y decide entregarse enteramente a Dios, aunque en aquel momento no lo consiguiera plenamente. Agustín fue un poderoso y eficaz estímulo que movilizó definitivamente la vida de Teresa, pero no in fluyó doctrinalmente en ella, ni siquiera en la búsqueda de Dios en el interior del hombre, tema crucial y esencial en ambos. Teresa no es discípula de Agustín.

Coinciden sorprendentemente en la utilización de la imagen para pasar a la visión directa de Dios. Agustín lo hace, con la ayuda sobrenatural, contemplando el ser del hombre como imagen viva de Dios que vive incesante e inconscientemente a Dios. Teresa, por su parte, a través principalmente de imágenes de escenas de la vida de Jesucristo, revividas en su interior como algo que está sucediendo actualmente al mismo Jesucristo, pasa, con la gracia divina, a la experiencia directa de Dios. Es lo que nos proponemos mostrar en este estudio

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