sábado, 11 de abril de 2015

PASIÓN DE CRISTO. De las Catequesis de Cirilo de Jerusalén



«Fuisteis conducidos a la santa piscina del divino bautismo, como Cristo desde la cruz fue llevado al sepulcro. Y se os preguntó a cada uno si creíais en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Después de haber confesado esta fe salvadora, se os sumergió por tres veces en el agua y otras tantas fuisteis sacados de la misma: con ello significasteis, en imagen y símbolo, los tres días de la sepultura de Cristo.

Pues, así como nuestro Salvador pasó en el seno de la tierra tres días y tres noches, de la misma manera vosotros habéis imitado con vuestra primera emersión el primer día que Cristo estuvo en la tierra, y, con vuestra inmersión, la primera noche. Porque, así como de noche no vemos nada y, en cambio, de día lo percibimos todo, del mismo modo en vuestra inmersión, como si fuera de noche, no pudisteis ver nada; en cambio, al emergeros pareció encontraros en pleno día; y en un mismo momento os encontrasteis nuevos y nacidos, y aquella agua salvadora os sirvió a la vez de sepulcro y de madre. [...]

No hemos muerto ni hemos sido sepultados, ni hemos resucitado después de crucificados en el sentido material de estas expresiones, pero, al imitar estas realidades en imagen hemos obtenido así la salvación verdadera. Cristo sí que fue realmente crucificado y su cuerpo fue realmente sepultado y realmente resucitó; a nosotros, en cambio, nos ha sido dado, por gracia, que, imitando lo que él padeció con la realidad de estas acciones, alcancemos de verdad la salvación. 

¡Oh exuberante amor para con los hombres! Cristo fue el que recibió los clavos en sus inmaculadas manos y pies, sufriendo grandes dolores, y a mí, sin experimentar ningún dolor ni ninguna angustia, se me dio la salvación por la comunión de sus dolores».

News.Va

No hay comentarios:

Publicar un comentario