En relación al Día Internacional de la Mujer que
celebramos este domingo, hoy os traemos, de nuevo de la mano de Margarita
Alcalde, un nueva reflexión de la figura de Santa Teresa como ¡mujer fuerte,
valiente!
Y por lo tanto, apóstol.
Escuchemos lo que el Papa Francisco dice de ella
en la carta que escribió al obispo de Ávila con motivo de la apertura del Año
Centenario el 15 de octubre pasado:
“Ella vivió las dificultades de su tiempo -tan
complicado-, sin ceder a la tentación del lamento amargo, sino más bien
aceptándolas en la fe como una oportunidad para dar un paso más en el camino…
¡Éste es el realismo teresiano, que exige obras en lugar de emociones, y amor
en vez de ensueños, el realismo del amor humilde frente a un ascetismo
afanoso!… Cuando arde el mundo, no se puede perder el tiempo en negocios de
poca importancia. ¡Ojalá contagie a todos esta santa prisa por salir a recorrer
los caminos de nuestro propio tiempo, con el Evangelio en la mano y el Espíritu
en el corazón! ¡Ya es tiempo de caminar!”
Y oigamos lo que ella misma nos dice en el libro
de las Fundaciones (F 2,7):
“¡Oh grandeza de Dios! ¡Y cómo mostráis vuestro
poder en dar osadía a una hormiga! ¡Y cómo, Señor mío, no queda por Vos el no
hacer grandes obras los que os aman, sino por nuestra cobardía y pusilanimidad!
Como nunca nos determinamos, sino llenos de mil temores y prudencias humanas,
así, Dios mío, no obráis Vos vuestras maravillas y grandezas. ¿Quién más amigo
de dar, si tuviese a quién, ni de recibir servicios a su costa? Plega a Vuestra
Majestad que os haya yo hecho alguno y no tenga más cuenta que dar de lo mucho
que he recibido. Amén”.
Por fin, escuchemos su palabra y la Palabra de
Dios, como dichas hoy para nosotros:
“Esme gran lástima, porque conozco muchas almas
que llegan aquí; y que pasen de aquí, como han de pasar, son tan pocas que se
me hace vergüenza decirlo. Querríalas mucho avisar que miren no escondan el
talento, pues que parece las quiere Dios escoger para provecho de otras muchas,
en especial en estos tiempos que son menester amigos fuertes de Dios para
sustentar los flacos”. (V. 15, 5)
“No os inquietéis. Confiad en Dios y confiad
también en mí”. (Jn. 14,
1)
“Y les dijo: -Id por todo el mundo y proclamad
la buena noticia a toda criatura”. (Mc. 16, 15)
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