domingo, 8 de marzo de 2015

El ayuno

El AYUNO
que Dios quiere:

que no hagas gastos superfluos y compartas tus ahorros con los pobres
que prefieras pasar tú necesidad, antes de que la pase tu hermano
 que ofrezcas tu tiempo al que te lo pida 
que prefieras servir a ser servido
 que tengas hambre y sed de justicia
 que te comprometas en la lucha contra toda marginación
 que esperes cada día una nueva humanidad
La ABSTINENCIA
que Dios quiere: 

que no seas esclavo del consumo, el sexo, las marcas y las modas, del salir, ni de nada;
que no dejes que la televisión, el ordenador o la play te roben tiempo para estar con los demás;
que no utilices la violencia, incluso la verbal, como forma para resolver los problemas;
que respetes a todos los seres, amando la vida y defendiéndola;
que no uses palabras necias y te alimentes de la Palabra de Dios.
La CENIZA
que Dios quiere:

que no te consideres dueño de nada, sino humilde administrador;
que no presumas de tus talentos, sino que los pongas al servicio de los demás;
que no te creas santo porque santo y grande sólo es Dios;
que no te deprimas ni te acobardes, porque Dios está contigo;
que aprecies el valor de las cosas sencillas;
que no temas al dolor o a la muerte porque siempre es Pascua.

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