martes, 13 de enero de 2015

SEÑOR, DIOS NUESTRO, QUÉ ADMIRABLE ES TU NOMBRE EN TODA LA TIERRA


Del Salmo 8: 

Diste a tu Hijo el mando
sobre las obras de tus manos

¡Señor, dueño nuestro,
qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder?


Diste a tu Hijo el mando
sobre las obras de tus manos

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos.


Diste a tu Hijo el mando
sobre las obras de tus manos


Todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar.


Diste a tu Hijo el mando
sobre las obras de tus manos

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