miércoles, 25 de octubre de 2017

Santa Marta: Meditar el Vía Crucis, “centro del misterio de Cristo”

El Papa sugirió meditar sobre la Pasión de Jesucristo en el Via Crucis. El Papa ha indicado que el “centro del misterio de Jesucristo” es que “me amó” y “se entregó a sí mismo” a la muerte, por mí.
El Santo Padre comenzó su homilía en la misa celebrada esta mañana en Santa Marta con una reflexión a partir de la Primera Lectura tomada de la Carta a los Romanos, en la que San Pablo usa contraposiciones – pecado, desobediencia; gracia, perdón – para tratar de “llevarnos a comprender algo”. Se siente “impotente” para “explicar” lo que quiere decir.
“Detrás de todo esto está la historia de la salvación” –ha aclarado el Papa– Pablo “va más allá”, nos arroja, para que “caigamos en el misterio” de Cristo. Y añadió que estas contraposiciones son sólo pasos en el camino para sumergirnos en el misterio de Cristo, que no es fácil de entender, porque es “tan sobreabundante”, “tan generoso”, que no se puede comprender con argumentaciones porque éstas llevan hasta cierto punto.
“Está bien ir a Misa, rezar, ser buenos cristianos –dijo Francisco– pero la pregunta central es si hemos entrado en el misterio de Jesucristo” y explicó que “Entrar en el misterio de Jesucristo es dejarse caer en aquel abismo de misericordia donde no hay palabras: sólo el abrazo del amor.
El amor que lo condujo a la muerte por nosotros. Cuando nosotros vamos a confesarnos porque tenemos pecados – ‘sí, debo quitarme los pecados’, decimos; o ‘que Dios me perdone los pecados’ – decimos los pecados al confesor y estamos tranquilos y contentos. Si hacemos así, no hemos entrado en el misterio de Jesucristo. Si yo voy, voy a encontrar a Jesucristo, a entrar en el misterio de Jesucristo, a entrar en aquel abrazo de perdón del que habla Pablo; de aquella gratuidad del perdón”.
Por ello, el Pontífice ha invitado a realizar un ejercicio de piedad que ayuda: el Vía Crucis, que consiste en caminar con Jesús en el momento en que nos da “el abrazo del perdón y de la paz”.
“Es bello hacer el Vía Crucis. Hacerlo en casa, pensando en los momentos de la Pasión del Señor. También los grandes Santos aconsejaban siempre comenzar la vida espiritual con este encuentro con el misterio de Jesús Crucificado. Santa Teresa aconsejaba a sus monjas: para llegar a la oración de contemplación, la alta oración que ella tenía, comenzar con la meditación de la Pasión del Señor. La Cruz con Cristo. Cristo en la Cruz. Comenzar y pensar. Y así tratar de comprender con el corazón que me amó a mí y que se entregó por mí, se dio a sí mismo a la muerte por mí”.
Así, la invitación conclusiva del Papa fue precisamente a mirar al Crucificado, “icono del mayor misterio de la creación, de todo”: “Cristo crucificado, centro de la historia, centro de mi vida”.
ZENIT

No hay comentarios:

Publicar un comentario