El papa Francisco ha exhortado en la Eucaristía celebrada esta mañana a que seamos “personas que ayudan a abrir la puerta, a nosotros mismos y a los demás”.
Así lo ha dicho en la homilía de la Misa que ha celebrado en la capilla de Santa Marta hoy, tercer jueves de octubre.
La reflexión del Papa se ha inspirado en la lectura del Evangelio de San Lucas, propuesto por la liturgia del día, que refiere que los escribas y los fariseos se consideraban justos y a quienes Jesús les demuestra que sólo Dios es justo, el Papa explicó el motivo por el cual los Doctores de la Ley se habían “llevado el conocimiento”, con la “consecuencia” de “no entrar en el Reino y, ni siquiera, dejar entrar a los demás”.
Así, Francisco ha advertido de que “Se olvida la gratuidad de la salvación; se olvida la cercanía de Dios y se olvida la misericordia de Dios. Y los que olvidan la gratuidad de la salvación, la cercanía de Dios y la misericordia de Dios, se han llevado la clave del conocimiento”.
En este contexto, el Santo Padre ha recordado que es “la iniciativa de Dios la que nos salva”. Y –ha continuado– en cambio, se ponen “de parte de la Ley”. La salvación –ha asegurado– “está allí, para ellos”, llegando de este modo “a un montón de prescripciones” que, de hecho, se convierten en la salvación. Pero así “no reciben la fuerza de la justicia de Dios”. La Ley, en cambio, es siempre “una respuesta al amor gratuito de Dios”, que tomó “la iniciativa” de salvarnos. Y “cuando se olvida la gratuidad de la salvación, se cae, se pierde la clave de la inteligencia de la historia de la salvación”, perdiendo “el sentido de la cercanía de Dios”.
“Para ellos Dios es el que hizo la Ley. Y éste no es el Dios de la revelación. El Dios de la revelación es Dios, que ha comenzado a caminar con nosotros desde Abraham hasta Jesucristo, el Dios que camina con su pueblo. Y cuando se pierde esta relación cercana con el Señor, se cae en esta mentalidad obtusa que cree en la autosuficiencia de la salvación con el cumplimiento de la Ley. La cercanía de Dios”, ha declarado el Papa.
El Santo Padre ha señalado que “no se puede enseñar la Doctrina cuando falta la cercanía de Dios, cuando falta la oración”, y ni siquiera “hacer teología”, y menos aún “teología moral”. Francisco reafirmó que la teología “se hace de rodillas, siempre cerca de Dios”. Y dijo que la cercanía del Señor llega “al punto más alto en Jesucristo crucificado”, habiendo sido nosotros “justificados” por la sangre de Cristo, como dice San Pablo.
Por ello, el Papa aludió a la “responsabilidad” de los pastores, hoy, en la Iglesia. Cuando pierden o se llevan “la clave de la inteligencia” –dijo– y nos cierran la puerta “a nosotros y a los demás”, y ha concluido pidiendo rezar por nuestros padres: “Rezar, para que no perdamos la clave del conocimiento y no cerremos la puerta a nosotros y a la gente que quiere entrar”.
ZENIT
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