“El bautismo significa para nosotros la certeza de una nueva vida”, afirmaron Vittorio, Giovanni y Fortunato, tres jóvenes refugiados nigerianos recién bautizados en Italia.
Ellos fueron recibidos por el papa Francisco este miércoles 30 de agosto de 2017, en la Audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro. Los nigerianos fueron bautizados el 16 de agosto, junto a otros 11 jóvenes, en la ciudad de Chiusi, tras una arriesgada travesía del Mediterráneo desde África en busca de un futuro mejor.
“Hemos dejado nuestras tierras –aseguran los refugiados– y hemos conocido la pobreza y la violencia, hemos sobrevivido a una aterradora travesía en el mar y el bautismo significa para nosotros la certeza de una nueva vida”.
Los tres chicos, narra L´Osservatore Romano, llevan un pequeño crucifijo de madera al cuello: “Es el signo del bautismo”, que recibieron el 16 de agosto en Chiusi, junto con once refugiados que llegaron, como ellos, desde Nigeria. Una señal que mostraron al papa Francisco, quien los recibió con los brazos abiertos en la plaza de San Pedro para la audiencia general después del habitual paseo con el jeep en el que también subieron algunos niños.
Señala el diario del Vaticano que algunos de ellos ya habían comenzado un camino de fe en Nigeria. Otros, sin embargo, quedaron impresionados por los testimonios de los voluntarios de la parroquia de Santa María de la Paz, en Chiusi: “Nos preguntamos qué llevó a esa gente a darnos la bienvenida sin pedir nada a cambio”, dicen los refugiados, “y así hemos encontrado que las raíces de su estilo de vida son el amor de Cristo, las enseñanzas de la Iglesia”.
Además, acompañaron a estos jóvenes al Vaticano las personas que les dieron la bienvenida en Chiusi y que el 16 de agosto estaban a su lado cuando recibieron el bautismo, como madrinas y padrinos, apunta L’ Osservatore Romano.
El párroco, don Antonio Canestri, no oculta “las grandes dificultades de integración: es casi imposible encontrar un trabajo regular para estos chicos, no podemos hacer nada más que abrir las puertas de nuestras comunidades y compartir lo que tenemos”, señala al periódico. Y ha sido significativo en toda la diócesis –añade el sacerdote– que el bautismo fuera administrado por el obispo de Montepulciano-Chiusi-Pienza, monseñor Stefano Manetti, en la antigua catedral de Chiusi.
Futbolistas brasileños
Asimismo, el diario del Vaticano cuenta que “con especial afecto”, el papa Francisco también dio la bienvenida a Jakson Follmann y Alan Ruschel, dos de los tres futbolistas brasileños que sobrevivieron al accidente de avión en el que viajó el equipo Chapecoense el 28 de noviembre, hace un año, en las colinas de Medellín.
Junto a ellos abrazó y alentó a los miembros del equipo y familiares de las víctimas. “Debía haber sido –al Papa uno de los dos sobrevivientes con una voz fuerte– el viaje de los sueños, lo que nos habría llevado al final histórico de la Copa Sudamericana, pero se convirtió en una tragedia que altera nuestras vidas, el mundo del deporte y a todo el Brasil”, indica L´Osservatore Romano.
(ZENIT – 31 Agosto 2017)
No hay comentarios:
Publicar un comentario