jueves, 7 de septiembre de 2017

Francisco vence a "Irma" y aterriza en Bogotá


 Ni siquiera un huracán puede con el Papa Francisco. Con puntualidad exquisita, pese a que durante las casi 13 horas de vuelo se pensó hasta en tres ocasiones en variar el recorrido por el paso de 'Irma', Bergoglio aterrizó en el aeropuerto de Bogotá, donde fue recibido por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, su esposa, y al cardenal Rubén Salazar.
Más de 3.000 personas abarrotaban el área militar (Catam) del aeropuerto de Bogotá. Entre ellas, se encontraba el pequeño Emmanuel Rojas, nacido en 2004 durante el cautiverio de su madre, Clara Rojas, secuestrada por las FARC. Todo un signo de lo que nos espera en este viaje.
El Papa, sin apenas signos de cansancio, bajó de una tacada los escalones y mantuvo una entretenida conversación con Santos, antes desaludar al Episcopado en pleno, y abrazar a una veintena de niños que le esperaban, visiblemente emocionados.
Un Francisco sonriente, que compartió confidencias con la esposa de Santos, y asistió a las danzas típicos de Colombia mientras saludaba a miembros del Gobierno y empresarios del país. Enfermos, viudas, soldados, presos... representantes de ese inmenso mosaico que es Colombiaquisieron estar cerca de Francisco en sus primeros pasos por el país.
¡Bienvenido, Papa, bienvenido!, se escuchaba alrededor de la alfombra roja, antes de que Francisco subiera al papamóvil y se dirigiera a la bulliciosa Bogotá, escoltado por decenas de miles de fieles, hasta la Nunciatura Apostólica, donde residirá.
Bergoglio permanecerá cinco días en Colombia, donde visitará cuatro ciudades (Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena de Indias), y propondrá el diálogo como único modo de alcanzar la paz y la reconciliación en un país que, durante medio siglo, sufrió el flagelo del narcoterrorismo, y que ahora lucha por apuntalar la tan ansiada convivencia, pese a las dificultades.
Jesús Bastante

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