domingo, 19 de febrero de 2017

El Papa recomienda a los universitarios «hablar menos y escuchar más»


En su visita a la Universidad Roma Tre, Francisco pide desterrar el insulto y fomentar el diálogo
El Papa Francisco ha advertido este viernes 17 de febrero ante cientos de universitarios de que la falta de trabajo entre los jóvenes puede llevar a su radicalización violenta, a alistarse en «un ejército terrorista».
«La amargura del corazón lleva a las adicciones, al suicidio (…). La falta de trabajo lleva a inscribirse en un ejército de terrorismo, al menos doy sentido a mi vida. Es terrible», ha señalado durante su visita a la universidad de la capital italiana Roma Tre, que cuenta con unos 40.000 estudiantes. Se trata de la segunda visita de un Papa a esta universidad después de la que realizó Juan Pablo II en 1992.
El Pontífice, que ha citado en su discurso al filósofo polaco Zygmunt Baumanpadre de la «modernidad líquida», ha lamentado la alta tasa de paro juvenil que hay en los países europeos. «Nuestra Europa, la identidad europea: ¿cómo se puede pensar que los países desarrollados tengan una desocupación de jóvenes tan alta?», se ha preguntado.
En este sentido, ha alertado de que la economía líquida elimina la concreción del trabajo y también la cultura del trabajo. «Los jóvenes no saben qué hacer», ha subrayado al tiempo que ha dado la receta para solventar esta crisis económica, que ha definido como dramática: “Para resolver problemas económicos sociales es necesaria la concreción”.
Por otro lado, ha analizado el fenómeno de la globalización, del que no se ha distanciado, pero sí ha incidido en que debe respetar la identidad de cada país y cada cultura.
«Vivimos en una época de globalización. La equivocación es pensar en la globalización como si fuera una esfera, un balón, donde cada punto está a igual distancia del centro sin diferencia», ha explicado. A su juicio, «la uniformización es la destrucción de la unidad porque quita la capacidad de ser distinto». Por ello, ha indicado que él prefiere hablar de «globalización poliédrica».
Una joven siria que llegó a Roma con el Papa
Entre los jóvenes que plantearon cuestiones al Pontífice, se encontraba Nour Essa, una joven siria refugiada a la que el Papa trajo en su avión desde la isla griega de Lesbos. Ella le preguntó sobre el «miedo» que hay en la sociedad hacia los inmigrantes.
Francisco ha recordado que los migrantes «huyen de las guerras y del hambre» y ha atribuido parte de la causa de los flujos migratorios a que «los potentes los explotan».
«¿Cuántas invasiones ha tenido Europa?. Europa ha sido construida por las invasiones y las oleadas migratorias. Ha sido construida artesanalmente. Las migraciones no son un peligro sino un desafío para crecer. Y os lo dice uno que viene de un país donde más del 80% son inmigrantes», ha explicado. Asimismo, ha recordado a los migrantes que han perdido la vida en el Mediterráneo.
El Papa también ha dedicado parte de su discurso a las comunicaciones a través de las redes sociales y las nuevas tecnologías para advertir del peligro de desconexión que se crea: «Una comunicación rápida y ligera puede convertirse en líquida y sin concreción», ha añadido.
«El grito verbal»
Además, ha indicado que en la sociedad actual está muy presente «el grito verbal». «Se insulta con normalidad. Hay un ambiente de violencia en nuestras ciudades, causado por las prisas; la celeridad de la vida nos hace ser violentos. Olvidamos dar los buenos días en casa, son saludos anónimos», ha precisado.
En este sentido, ha alertado de que las relaciones así expresadas cosifican a las personas y se llega a la «violencia mundial». «Estamos en guerra, una tercera guerra mundial a pedazos», ha reiterado.
Para el Papa, la solución es «rebajar el tono» porque, según ha dicho, es necesario «hablar menos y escuchar más». «Antes de discutir, hay que dialogar. El diálogo acerca no solo a las personas sino también los corazones; es a partir del diálogo que se crea la amistad social», ha destacado.
«Esto se aprecia, sobre todo, en las campañas electorales; los rivales políticos no dejan tiempo para la respuesta», ha comentado. Por ello, ha destacado la importancia de la «paciencia» y del diálogo para construir sociedades sanas. «Donde no hay diálogo, hay violencia», ha sentenciado. Así ha descrito cómo las guerras no comienzan siendo un escenario bélico sino «en los corazones».
Europa Press

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