lunes, 19 de septiembre de 2016

El Papa arremete contra “la corrupción, que arrasa con todo y se infiltra en todas partes”


El estafador, el corrupto, frente al administrador fiel. El Papa Francisco celebró esta mañana en la basílica de San Pedro una misa por el 200 aniversario de los Cuerpos de la Gendarmería vaticana, a quienes agradeció su "defensa de la honestidad", desde la "cercanía y la ternura", frente a las constantes tentaciones, y la corrupción, "que arrasa con todo".
Y contrapuso su ejemplo al de losestafadores y defraudadores, como Jesús hizo en el Evangelio de hoy. No hay exceso de "administradores fieles" en un mundo, como el actual, consumido por "la corrupción, que arrasa con todo y se infiltra en todas partes". También, como apuntó el Papa, en la propia Iglesia.
Frente a ello, Jesús es claro: "No podéis servir a Dios y al dinero". En su homilía, Francisco denunció a los estafadores, "cuyo único Dios es el dinero, y su trabajo exprimir a los pobres, a los indigentes, hasta que se convierten en sus esclavos". Un tipo humano "que se repite en cada época, aunque hoy hay muchos".
También, lamentó, existe la figura del "defraudador". "Su método es hacer trampa, robar a su patrón". Una tarea que no realiza "de un día para otro. No, poco a poco va llegando a la corrupción". En la parábola, el patrón "castiga al administrador deshonesto por su codicia, que hace mucho mal". "Existe también una codicia cristiana", advirtió el Papa, quien clamó, junto con Jesús, por "ser astutos como serpientes, y simples como palomas".
"Hoy hay tantos defraudadores, estafadores, corruptos... Me disgusta ver cómo la corrupción arrasa con todo, se infiltra en todas partes", improvisó Francisco.

Frente a ellos, el hombre fiel, "el que sigue a Jesús. Un hombre de oración, que reza por los otros y confía en el poder de la oración por los demás y por sí mismo y lleva una vida dedicada. El hombre fiel puede caminar entre nosotros". "Un hombre -destacó- que ha sido fiel en las cosas pequeñas, y también en las grandes".
"La Palabra de Dios nos conduce a una certeza final: nadie puede servir a dos patrones, porque odiará a uno y amará a otro, o se acercará a uno y despreciará al otro. Los corruptos aman la corrupción, y odian la honestidad", denunció el Papa, quien apuntó contra los que arman "sus acuerdos en secreto, y lo peor es que creen que son honestos. Aman el dinero, las riquezas, hacen de las riquezas un ídolo. No les importan los pobres".
De ahí surgen algunas de las grandes violencias de la Humanidad, como "la gran industria del trabajo esclavo", como subrayó Bergoglio. "Hoy, en el mundo, el trabajo esclavo es un estilo de vida".
Dirigiéndose a los miembros de la Gendarmería, Francisco les agradeció sus "200 años de servicio contra el delito, contra los estafadores", defendiendo "la honestidad, que tantas veces sale malparada".
El Papa concluyó su homilía agradeciendo la vocación de servicio de este equipo, "luchando con las tentaciones. Me siento orgulloso de saber que vuestro estilo es decir 'No, en esto no entro'. Os agradezco vuestro servicio de dos siglos, y quiero que la sociedad, el Estado, que la Ciudad del Vaticano, que la Santa Sede, del último al máximo,reconozcamos vuestro servicio. Un servicio que custodia, que intenta no sólo que las cosas vayan bien, sino que se hagan con caridad y ternura, aun arriesgando la propia vida".
(Jesús Bastante)

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