El respeto, la apreciación y la contemplación de la Creación son una preocupación común de las Iglesias cristianas. El Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y la Conferencia de las Iglesias Europeas (KEK), con motivo del Día de la Creación, piden oraciones comunes y reforzar la labor ecuménica para el cuidado de la Creación.
Según el Evangelio, la responsabilidad por el medio ambiente no se puede separar de la responsabilidad por los demás seres humanos: hacia nuestro prójimo, hacia los pobres o los olvidados, todo ello con un verdadero espíritu de solidaridad y de amor. Respetar la creación no quiere decir sólo proteger y salvaguardar la tierra, el agua y otros componentes del mundo natural. También consiste en expresar respeto por los seres humanos que comparten esos dones y tienen la responsabilidad de los mismos. Por lo tanto, junto a todos los cristianos, nos esforzamos con alegría en ser testigos de Jesucristo, «porque en él fueron creadas todas las cosas, en el cielo y en la tierra» (Col 1, 16).
Recordamos el pensamiento de Dietrich Bonhoeffer, quien dice que el problema más urgente que afecta a nuestras Iglesias es la forma en la que vivimos nuestra vida cristiana de frente a los desafíos sociales y culturales contemporáneos. Esto significa que tenemos que relacionarnos entre nosotros en el contexto del mundo en el que vivimos. Se trata de una definición original de "oikos" que significa "la casa". La "casa común" de la que nos ocupamos está formada ya sea del mundo natural que de las relaciones humanas.
El Tiempo para la Creación, desde el 1 de septiembre al 4 de octubre (la fiesta de San Francisco de Asís en la tradición occidental) es un período especial en los calendarios litúrgicos de un número cada vez mayor de Iglesias en Europa. En este período recordamos el don de la creación y nuestra relación con ella. La celebración de este tiempo y su lugar en el ciclo de oraciones y de formas de culto cristiano fue recomendada por la Tercera Asamblea Ecuménica Europea, Sibiu 2007.
La Red Cristiana Europea para el Medio Ambiente (ECEN) fue fundamental en animar a los cristianos a rezar juntos con espíritu de cooperación ecuménica y en promover acciones para el cuidado de la Creación. La iniciativa de celebrar un día de oración por la Creación de Dios, el 1 de septiembre, que en la tradición bizantina es el principio del Año Eclesial, fue establecida en 1989 por el Patriarca ecuménico Dimitrios. Siguiendo la misma línea, en el 2015 el Papa Francisco decidió que el 1 de septiembre se celebrase el Día Mundial de Oración por la Salvaguardia de la Creación en la Iglesia católica.
Tenemos que afrontar desafíos urgentes en términos de degradación del medio ambiente y de cambio climático, y animados por las palabras de la carta encíclica del Papa Francisco Laudato si, a reconocer nuestra responsabilidad compartida. Invitamos calurosamente a todos los cristianos europeos, a las Iglesias miembros de la KEK y a las Conferencias Episcopales del CCEE, a las parroquias, a las comunidades cristianas y a todas las personas de buena voluntad a adherir al Tiempo para la Creación, a celebrar juntos el Tiempo de la Creación en el ámbito de nuestras respectivas tradiciones litúrgicas, y a sostener la común fe cristiana en Dios Creador. Les exhortamos, cada uno en su propio ambiente, a ofrecer oraciones por el don de la Creación, y a unirse a nosotros rezando juntos:
Oh Señor, enséñanos a cuidar toda la Creación,
para proteger cualquier forma de vida y compartir los frutos de la tierra.
Enséñanos a compartir nuestro trabajo humano con nuestros hermanos y hermanas,
especialmente con los pobres y los necesitados.
Concédenos ser fieles a tu Evangelio
y ofrecer con alegría a nuestra sociedad en los diferentes países de todo el continente
el horizonte de un futuro mejor
pleno de justicia, paz, amor y belleza.
Amén.
P. Heikki Huttunen Mons. Duarte da Cunha Rev. Dr. Peter Pavlovic
Secretario general KEK Secretario general CCEE Secretario ECEN
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