El obispo Giovanni D'Ercole, de la diócesis de Ascoli, en la región de Marche, afectada por el terremoto que ha sacudido esta madrugada el centro de Italia se ha encontrado en Pescara del Tronto "un pueblo destruido, gritos y muertos" y ha tenido que bendecir los cuerpos de dos niños muertos bajo los escombros.
"El espectáculo es desolador. Cuando he llegado con las luces del alba he visto un pueblo destruido, gritos, muertos. No sabemos cuántos son. Estamos verdaderamente en una situación desesperada y no somos el único pueblo", ha lamentado el obispo en declaraciones a Radio Vaticana recogidas por Europa Press, desde Pescara del Tronto, una de las zonas devastadas por el seísmo.
Monseñor D'Ercole se ha trasladado hasta este lugar al conocer la noticia del terremoto, aunque reconoce que a otras zonas es imposible acceder porque el seísmo ha dejado muchos caminos cortados. "En estos momentos han llegado ambulancias, bomberos, pero aún son pocos", afirma.
Además, relata cómo están siendo las labores de rescate. "Hay personas que no responden y yo he tenido que ir a bendecir bajo los escombros los cuerpos de dos niños", explica.
El obispo ha señalado que la zona más afectada por el terremoto es la limítrofe con la región de Rieti, que se encuentra entre Amatrice, Accumoli, Pescara del Tronto y Arquata, aunque apunta que el resto de la diócesis también está sufriendo.
Por otro lado, el Papa Francisco ha dispuesto que seis miembros del Cuerpo de Bomberos del Vaticano acudan a las zonas afectadas por el terremoto de 6 grados en la escala Ritcher que ha sacudido hoy en el centro de Italia.
La oficina de prensa del Vaticano comunicó que el papa quiere así demostrar "su cercanía a las personas afectadas por el seísmo".
Añadió que el equipo de bomberos vaticano colaborará con la Protección Civil en la búsqueda de personas entre los escombros y asistencias a los heridos.
El terremoto que se produjo a las 03.36 hora local (01.36 GMT) cerca de la población de Accumoli, en la provincia de Rieti, y su epicentro se situó a tan solo 4 kilómetros de profundidad, ha causado al menos 73 muertos, pero hay aún decenas de desaparecidos.
Francisco decidió hoy no pronunciar la catequesis que tenía preparada para la audiencia del miércoles, y pidió a las miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro que rezaran el rosario por las víctimas que ha causado el terremoto de esta madrugada el centro de Italia.
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