Bajo un cielo que
amenazaba lluvia, por lo que los enfermos han tenido que seguir la audiencia
desde el Aula Pablo VI, Francisco ha recordado «nuestra condición de hijos de
Dios» que es «fruto del amor» y que «ni siquiera el diablo puede quitarnos»
El Papa Francisco dedicó la catequesis de su
audiencia general semanal a la parábola del hijo pródigo, en la que habló de la
lógica de misericordia de Dios, que es distinta de la de los hombres.
«La lógica de la misericordia usada por el
padre es muy distinta a la lógica usada por los dos hijos de la parábola»,
afirmó el Obispo de Roma quien explicó que el hijo menor, «pensaba merecer un
castigo por los pecados cometidos», mientras que el hijo mayor, «esperaba una
recompensa por los servicios prestados».
En esta línea, el Papa añadió que «tanto el
uno como el otro necesitaban experimentar la misericordia, por eso el padre
invita a ambos a hacer fiesta, pues la lógica de la misericordia no entiende de
premios o castigos, sino de acoger a todo el que necesita de misericordia y
perdón, y de que todos vuelvan a ser hermanos».
«En cualquier situación de la vida, no debo
olvidar que no dejaré nunca de ser hijo de Dios, de un Padre que me ama y que
espera mi regreso», afirmó el Papa Francisco a los miles de fieles reunidos en
la plaza de San Pedro.
Al finalizar, el Pontífice invitó a los
presentes a acoger con gozo «la invitación de Jesús a participar en la fiesta
de la misericordia y de la fraternidad» y a abrir el corazón «para ser
misericordiosos como el Padre».
Radio Vaticano/Alfa y Omega
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