Salmo 18, 2
2
Señor, no me reprendas por tu enojo
ni
me castigues por tu indignación.
3
Ten piedad de mí, porque me faltan las fuerzas;
sáname,
porque mis huesos se estremecen.
4
Mi alma está atormentada,
5
Vuélvete, Señor, rescata mi vida,
sálvame
por tu misericordia,
6
porque en la Muerte nadie se acuerda de ti,
¿y
quién podrá alabarte en el Abismo?
7
Estoy agotado de tanto gemir:
cada
noche empapo mi lecho con llanto,
inundo
de lágrimas mi cama.
8
Mis ojos están extenuados por el pesar
y
envejecidos a causa de la opresión.
9
Apártense de mí todos los malvados,
porque
el Señor ha oído mis sollozos.
10
El Señor ha escuchado mi súplica,
el
Señor ha aceptado mi plegaria.
11
¡Que caiga sobre mis enemigos la confusión y el terror,
y
en un instante retrocedan avergonzados!
ü
El orante
o
Abatido, extrema necesidad
§
Huesos, alma, ojos
o
Suplica y apela
§
¿Hasta
cuándo?
o
El orante confía
ü
Dios
o
Escucha
o
Fiel y misericordioso.
o
Pedagogo y educador, no juez.
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