Carlos Osoro: “Yo soy cristiano,
no tengo enemigos, tengo hermanos. Y qué bien se duerme por las noches...”
Apoteósica presentación de la
colección “Obras de Misericordia” (Publicaciones Claretianas)
Otra iglesia es
posible. Más humana, más cercana a los que sufren, más ... Más misericordiosa, más
de Jesús. "Otro mundo es posible". Éste
fue el mensaje que ayer quiso dar, con sus palabras, con su presencia, y con
sus gestos, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro,
durante su participación, en la iglesia "24 horas" de San Antón, en la
presentación de la colección "Obras de Misericordia"(Publicaciones
Claretianas) y la posterior bendición de la "Puerta Santa de los Sin
Techo" en la parroquia del padre
Ángel. Una bendición que, anoche, se hizo explícita a toda la obra de
este sacerdote santo, visiblemente emocionado en un acto que, a buen seguro,
todos los presentes tardarán en olvidar.
El templo estaba
lleno a rebosar, en una magnífica metáfora de la Iglesia de Jesús. Junto al
obispo, pobres y ricos, ancianos y jóvenes, sacerdotes, religiosos y laicos,
devotos y personas sin hogar que han hecho de San Antón su casa. A todos ellos
saludó, besó y bendijo Carlos Osoro. Tuvo una sonrisa y una caricia para todos,
y tres mensajes claros.
El primero, indicando
que "otro mundo es posible" si se practican
las obras de misericordia
que son "fotos
del rostro de Jesucristo". El segundo, al padre Ángel, subrayando que,
"como dice el Papa Francisco, la misericordia es la viga maestra que
sostiene la vida de la Iglesia y del mundo, y el padre Ángel forma parte de
esa viga porque cumple con las obras de misericordia, como dar
de comer al hambriento, dar posada o cuidar de los enfermos. Y por las obras se
conoce a las personas".
Y el tercero, a
aquellos que abogan por una Iglesia de puertas cerradas, que se arrogan el
derecho de hacer cristianos de primera o tirar al arroyo a los que no coinciden
con sus postulados. "Ser hijos de Dios nos da el
título de ser hermano de todos. Cuando uno es capaz de ser hermano,
de salir por los caminos del mundo, se encuentra con situaciones diversas, y se
acerca a ellas, y no se escaquea (...). Sé que esto me va a costar que
me casquen, pero es la verdad: el Señor nos enseña a no tener enemigos.
Yo soy cristiano, yo tengo hermanos, no enemigos. Es difícil, y no puedes
evitar que otros te consideren su enemigo, pero cuando pasan los años, ¡qué
bonito es ir por la vida viendo sólo a hermanos! ¡Y qué bien se duerme por las noches!".
En el acto, se
encontraban, diseminados entre el público, algunos de los autores de la
colección, como José Carlos Bermejo, Alejandro Fernández
Barrajón, José Cristo Rey o el propio padre Ángel. Otros, como
"el teólogo del Papa", Victor Manuel Fernández; el
obispo Uriarte; Ángel Moreno de Buenafuente; Julio Martínez, rector de
Comillas; Nuria Calduch o Juan Martín Velasco, fueron saludados con
un aplauso cuando el director de Publicaciones Claretianas, Fernado Prado, fue
señalando, una a una, las 14 obras de la misericordia que recoge, en pequeños
libros, la colección. Que, por cierto, se agotó en pocos minutos en el templo.
"Es todo un
símbolo presentar esta colección en san Antón, una iglesia que se ha convertido
en un icono de la solidaridad, en un pequeño oasis de la
misericordia", arrancó Prado, quien agradeció al presidente y
fundador de Mensajeros de la Paz ser "un referente humano y espiritual
para muchos", y a Osoro, "un obispo con el corazón de
Dios que va tomando las riendas de esta gran diócesis, con su
presencia cercana, multiplicándose, y no sin dificultades que se van
solucionando. En Madrid tenemos un buen pastor". Al tiempo, recordó cómo
el Papa, en la Bula del Año de la Misericordia, pero también a lo largo de todo
su pontificado, "nos invita a tomar conciencia de los versículos de Mateo
25 (donde se condensan las Obras de Misericordia), porque ahí está la esencia del Evangelio".
Por su parte, el
periodista y delegado de Catequesis de la diócesis, Manuel Bru, hizo un breve repaso por las 14 obras de
misericordia, que forman parte de la vida del hombre y de la Iglesia.
"Jesús no reunió a los apóstoles y les dijo Tomad papel y lápiz y apuntad
estas 14 obras de la misericordia. Pero todas ellas están en el
Evangelio", resaltó el sacerdote, quien advirtió de que "no hay que olvidar que no sólo debemos hacer obras de
misericordia, sino que éstas son oportunidades para ser misericordiosos".
El "mandamiento cero" no es otro que "dejarse amar por
Dios", y la "obra cero", ser misericordiosos.
Unas obras de
misericordia "duraderas, estables, imperecederas,
incesantes, tenaces, perseverantes" porque "la demanda de
misericordia sí que es inagotable", propias de una "iglesia
estufa" que sale a los caminos. Y que, como señaló Bru, "son más que
obras. Son actitudes, hábitos de vida". "Las obras de misericordia
son concretas, pero no puntuales, aunque no se sabe cuando comienzan ni cuando
terminan. El bien será escandaloso, pero el escándalo será beneficioso".
Por su parte, el
director de Religión Digital, José Manuel Vidal,
quiso homenajear al padre Ángel y a su obra, más de medio siglo después de que
se fundara Mensajeros de la Paz y en la que, posiblemente, sea "la niña de
sus ojos", el sueño de toda su vida: una iglesia abierta las 24 horas, que
el religioso ha convertido "en un referente mundial" de
la solidaridad.
"El pater es un
hombre auténtico, de esas personas que producen orgullo. Y es que,como español, y como católico, nos sentimos orgullosos de que
alguien como él esté siempre donde se le necesita, representando esa
misericordia que el Papa Francisco quiere que irradie su iglesia. Un ejemplo de
autenticidad. Por eso, tenemos que cuidarle, porque necesitamos testigos como
el padre Ángel", exclamó.
El "párroco de
San Antón" agradeció a todos la presencia, y les animó a sentirse como en
casa, en la casa de la misericordia. "Porque la misericordia es para compartir lo poco que tenemos,
aquí compartimos hasta el banco, me dijeron unos sin techo que duermen aquí, y
yo pensaba que estos sí que son los verdaderos apóstoles de la
misericordia", confesó.
"Cuando alguien entra en San Antón, nadie le pide el carnet, ni se
le pregunta su condición sexual, política o religiosa", algo
que, en su opinión, falta en el mundo actual. "A veces a estas personas no
les preguntamos ni por su nombre", y "aquí hay muchos heridos,
algunos heridos de muerte, que les quedan pocos días... Además de que sea el
oasis de oración, queremos que sea un oasis para todos, invitamos a hacer
oración, a acercarse a Dios y a los demás".
Al término del acto, Carlos Osoro bendijo la "Puerta Santa de los Sin Techo",
en una emotiva ceremonia, en la que el arzobispo de Madrid instó a "que
todos los que entren por esta puerta alivien sus heridas, que encuentren a
personas que se las venden con misericordia, que no encuentren nunca la
indiferencia que nos humilla y anestesia. Que nuestras manos se estrechen y
nuestro corazón se abra a todos".
Y, aunque llegaba muy
tarde a otro acto, con cargos importantes, no quiso marchar sin detenerse a
saludar y abrazar a todos los que se acercaron a pedir su bendición. Muchos de
ellos, personas sin hogar, que esta noche, como tantas otras,
no encuentran otro rincón mejor que san Antón que considerar su casa.
(Jesús Bastante).-
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