sábado, 31 de octubre de 2015

La persona sea centro de la economía ética y empresarios guiados por el Evangelio, pidió el Papa

Con el Evangelio y el Magisterio social de la Iglesia, los empresarios católicos sean artífices del desarrollo al servicio del bien común, en la familia, en el trabajo, en la sociedad y en el cuidado de la creación, con especial atención a los más necesitados, exhortó el Papa Francisco al recibir a numerosos miembros de la Unión Cristiana de Empresarios y Dirigentes, asociación eclesial, reconocida por los Obispos italianos.
El Santo Padre recordó la importancia de que se tutele «la armonización entre trabajo y familia» y el derecho de las trabajadoras, en su vocación a la maternidad y a la presencia en los hogares. Y puso de relieve asimismo que «las instituciones, los empresarios, los economistas, los organismos financieros y bancarios» y todos los sujetos implicados en el mundo laboral tienen la responsabilidad de actuar con «ética», «honradez» y «competencia».
Con su llamada a poner en el centro a la persona humana, alentó a los empresarios a mantener el Evangelio vivo en sus corazones, en sus mentes y en sus acciones. Y con su invitación a ser misioneros en la dimensión social del Evangelio, el Papa Francisco recordó el Jubileo de la Misericordia:
«Esta llamada a ser misioneros en la dimensión social del Evangelio, en el mundo difícil y complejo del trabajo, de la economía y de la empresa, conlleva también una apertura evangélica a las diversas situaciones de pobreza y de fragilidad. Se trata, también aquí, de una actitud, de un estilo con el cual llevar adelante los programas de promoción y asistencia, incrementando las numerosas y beneméritas obras concretas del compartir y de la solidaridad que sostienen en varias partes de Italia. Éste será también un modo que les es propio para poner en práctica la gracia del Jubileo de la Misericordia».
(CdM - RV)


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