viernes, 28 de agosto de 2015

Con los refugiados sirios o iraquíes. Cardenal Rodríguez Maradiaga

Querido amigo:
Escapan de una matanza que amenaza la vida de su hijo pequeño. Hicieron un largo viaje desde su casa hasta un lugar seguro, pero un lugar de exilio, lejos de todo lo que conocían.
Como los refugiados sirios o iraquíes hoy —como la gente que escapa del conflicto en Sudán del Sur y la República Democrática del Congo —lo primero que necesitaba la Sagrada Familia era comida. Durante su difícil travesía y en su incierta vida lejos de casa, alguien se acercó a ellos. Alguien les ayudo a encontrar su pan de cada día.
Los refugiados viven hoy en la confusa espiral del exilio—cada día tienen que hacer frente a nuevas costumbres, nuevas dificultades. Para muchos, ya les resultaba difícil ganarse la vida incluso en su propio país. Por eso, en un sitio nuevo, sin contactos, luchan duramente por encontrar un trabajo. Porque de alguna manera deben encontrar un modo para dar de comer a sus hijos.
Caritas llega a familias que lo han perdido todo – hogares, medios de sustento, pertenencias. En todo el mundo, Caritas distribuye alimentos tras una emergencia y luego trabaja, con las personas, para ayudarlas a ayudarse a sí mismas.
Recientemente, en el Líbano, el personal de Caritas llevó comida a un campamento de refugiados, cerca de la frontera con Siria, devastada por la guerra. Muchos refugiados sirios, se deciden al final a desplazarse a pie a ciudades como Beirut. Recientemente, un programa de Caritas ayudó a las mujeres refugiadas a desarrollar una mini-empresa para preparar y vender platos de su cocina tradicional.
Por supuesto, Caritas también ayuda a las familias que, aunque se vieron obligadas a huir de sus hogares, se enfrentan cotidianamente a la pobreza extrema y el hambre. Por eso,en Beirut, las mujeres libanesas también forman parte del programa ayuda alimentaria.
Asegurarse de que los padres pueden alimentar a sus hijos es un objetivo clave para Caritas “Una sóla familia humana, alimentos para todos” es el tema de la campaña contra el hambre, lanzada por el Papa Francisco, en diciembre de 2013. Dicha iniciativa, de 18 meses de duración, es una ocasión para que el personal de Caritas y sus simpatizantes, de todo el mundo, se centren en lo que funciona para detener el hambre, y cómo podemos llegar a las familias más necesitadas y hambrientas, como la Sagrada Familia.
Durante todo este año, ha sido conmovedor ver la dedicación y creatividad del personal de Caritas, en su lucha contra el hambre. Entre los programas especiales de la campaña, podemos incluir proyectos de semillas, en Brasil, de capacitación agrícola, en Tailandia, comidas para niños de la calle, en África oriental, los bancos de alimentos, en Europa, y otros muchos.

La Sagrada Familia es nuestra familia. Así como usted habría ayudado a esa familia asustada, hace más de 2000 años, ahora está intentando ayudar a familias necesitadas de hoy, a través de su apoyo de Caritas. “Una sola familia humana” ya es realidad, hagamos que “alimentos para todos” también lo sea.
Cardenal Rodríguez Maradiaga

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