Querido
amigo:
Escapan de una matanza que amenaza
la vida de su hijo pequeño. Hicieron un largo viaje desde su casa hasta un
lugar seguro, pero un lugar de exilio, lejos de todo lo que conocían.
Como los refugiados sirios
o iraquíes hoy —como la gente que escapa del conflicto en Sudán del
Sur y la República Democrática del Congo —lo primero que necesitaba la Sagrada
Familia era comida. Durante su difícil travesía y en su incierta vida lejos de
casa, alguien se acercó a ellos. Alguien les ayudo a encontrar su pan de cada
día.
Los refugiados viven hoy en la confusa
espiral del exilio—cada día tienen que hacer frente a nuevas
costumbres, nuevas dificultades. Para muchos, ya les resultaba difícil ganarse
la vida incluso en su propio país. Por eso, en un sitio nuevo, sin contactos,
luchan duramente por encontrar un trabajo. Porque de alguna manera deben
encontrar un modo para dar de comer a sus hijos.
Caritas llega a familias que lo han perdido todo – hogares, medios de sustento, pertenencias. En todo el mundo, Caritas distribuye alimentos tras una emergencia y luego trabaja, con las personas, para ayudarlas a ayudarse a sí mismas.
Caritas llega a familias que lo han perdido todo – hogares, medios de sustento, pertenencias. En todo el mundo, Caritas distribuye alimentos tras una emergencia y luego trabaja, con las personas, para ayudarlas a ayudarse a sí mismas.
Recientemente, en el
Líbano, el personal de Caritas llevó comida a un campamento de
refugiados, cerca de la frontera con Siria, devastada por la guerra. Muchos
refugiados sirios, se deciden al final a desplazarse a pie a ciudades como
Beirut. Recientemente, un programa de Caritas ayudó a las mujeres refugiadas a
desarrollar una mini-empresa para preparar y vender platos de su cocina
tradicional.
Por supuesto, Caritas también
ayuda a las familias que, aunque se vieron obligadas a huir de sus hogares, se
enfrentan cotidianamente a la pobreza extrema y el hambre. Por eso,en Beirut,
las mujeres libanesas también forman parte del programa ayuda alimentaria.
Asegurarse de que los padres
pueden alimentar a sus hijos es un objetivo clave para Caritas “Una sóla
familia humana, alimentos para todos” es el tema de la campaña contra el hambre,
lanzada por el Papa Francisco, en diciembre de 2013. Dicha iniciativa, de 18
meses de duración, es una ocasión para que el personal de Caritas y sus
simpatizantes, de todo el mundo, se centren en lo que funciona para detener el
hambre, y cómo podemos llegar a las familias más necesitadas y hambrientas,
como la Sagrada Familia.
Durante todo este año, ha sido
conmovedor ver la dedicación y creatividad del personal de Caritas, en su lucha
contra el hambre. Entre los programas especiales de la campaña, podemos incluir
proyectos de semillas, en Brasil, de capacitación agrícola, en Tailandia,
comidas para niños de la calle, en África oriental, los bancos de alimentos, en
Europa, y otros muchos.
La Sagrada Familia es nuestra
familia. Así como
usted habría ayudado a esa familia asustada, hace más de 2000 años, ahora está
intentando ayudar a familias necesitadas de hoy, a través de su apoyo de
Caritas. “Una sola familia humana” ya es realidad, hagamos que “alimentos para
todos” también lo sea.
Cardenal Rodríguez Maradiaga
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