Después
de rezar el Ángelus del III domingo de Cuaresma, el Obispo de Roma saludó cordialmente
a los numerosos fieles, romanos y peregrinos procedentes de diversos países,
presentes en una soleada Plaza de San Pedro casi primaveral.
El
Santo Padre ofreció nuevamente una sugerencia para el tiempo litúrgico que estamos
viendo con las siguientes palabras:
“Durante
esta Cuaresma, tratemos de estar más cerca de las personas que están viviendo
momentos de dificultad: cercanos con el afecto, la oración y la solidaridad”.
Además,
el Papa Bergoglio dirigió unas palabras a las mujeres en su día internacional:
“Hoy, 8
de marzo, ¡un saludo a todas las mujeres! A todas las mujeres que cada día
tratan de construir una sociedad más humana y acogedora. Y también un gracias
fraterno a las que de mil maneras testimonian el Evangelio y trabajan en la
Iglesia. Y ésta es para nosotros una ocasión para reafirmar la importancia y la
necesidad de su presencia en la vida. Un mundo donde las mujeres son marginadas
es un mundo estéril, porque las mujeres no sólo traen la vida sino que nos transmiten
la capacidad de ver más allá – ven más allá de ellas –, nos transmiten la
capacidad de entender el mundo con ojos diversos, sentir las cosas con corazón
más creativo, más paciente, más tierno. ¡Una oración y una bendición especial
para las mujeres aquí presentes en la Plaza y para todas las mujeres! ¡Un
saludo!
A todos
deseo feliz domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y
hasta la vista!
(María
Fernanda Bernasconi - RV).
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