martes, 10 de marzo de 2015

Un grupo de refugiados iraquíes hace llegar una carta al papa Francisco

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO – AMÉN 
SU SANTIDAD PAPA FRANCISCO – SANTA SEDE (VATICANO) 
Querido Padre, 

Nosotros, cristianos iraquíes, que vivimos en Jordania fuimos obligados a emigrar de nuestras tierras por el poder del demonio, de la oscuridad y la esclavitud, a pesar que no hemos cometido ningún mal que justifique nuestra partida. 

Nuestra única culpa es la de llevar el nombre de Nuestro Señor y Salvador Jesús y las buenas obras de amor y paz para todas las criaturas. 

Ante la elección de dejar de ser cristianos o ser asesinados, debimos abandonar nuestras tierras con nuestro Cristo, con nuestra fe y con nuestros principios. 

Elegimos irnos lejos de nuestros hogares y nuestro país, al que amamos, preferimos convertirnos en extranjeros en tierra ajena, con toda la pena y los sufrimientos que esto implica, antes que convertirnos en parte de ese mal y esa violencia inhumana contra los inocentes. 

Elegimos escapar, dejando detrás todo lo que nos es querido, hogares, tierras, propiedades, para convertirnos en parte del santo rebaño de Cristo, siguiendo con la convicción y alegría las estaciones del Vía Crucis con Cristo Crucificado, para ser merecedores de pertenecer a sus ovejas, miembros de su rebaño. 

Oh Padre, sabe que nuestra fe hoy es mucho más fuerte que antes. No tenemos miedo a nada porque estamos convencidos que Dios está con nosotros, y que la Virgen María, Madre del Salvador escucha nuestras plegarias y pedidos y nos resuelve los problemas de cada día. 

Eso es de hecho lo que nosotros sentimos y vivimos cada día. Siempre agradecemos al Señor, para poder reunirnos con él. 

Oh buen padre, simple y humilde, le pedimos que rece y actúe por nosotros y por nuestro pueblo herido en el mundo árabe, por el perdón de nuestros pecados, para que así reine la paz de Cristo. Sin embargo queremos rezar primero por todos aquellos que son causa de este mal y estas obras malvadas. 

Queremos rezar por todos aquellos que han derramado sangre de tantos inocentes, siguiendo las leyes del mal y las tinieblas. 

Oh Santo Padre, queremos rezar para que se arrepientan ante su Creador, para que conviertan en instrumentos de paz y amor y no ya instrumentos en la mano del Malo, de tal modo que se conviertan en verdaderos hijos de Dios. 

Pedimos a nuestro amado Jesús, oh Santo Padre que os dé buena salud y buena voluntad, y que os ilumine para que continúe lo que sus predecesores han comenzado, desde San Pedro y San Pablo, con los santos de todos los siglos, San Juan Pablo II y el resto de los discípulos. 

Finalmente, en el nombre de Cristo, queremos agradecerle por tomarse el tiempo de leer esta humilde carta. 

Pedimos al Señor que le dé fuerzas y valor para estar siempre al servicio de los pobres en el mundo entero. Que el Señor esté a su lado donde vaya. Agradecemos a la iglesia local católica y a Cáritas Jordania por todo el bien que han hecho por nosotros, desde nuestra llegada. 

La fraternidad de Jesús – Familias iraquíes en la parroquia de Naur/Amán – Jordania 

Jamil Elias Ayoub 
Amer Elias Ayoub 
Daoud Shabo Daoud 
Fares Nafe’ Yacoub 
Dia Abalhad Moussa 
Selwan Adeeb Yacoub 
Ma’an George Hanna 
Zeid Ghazi Tuma 
Feras Ghazi Tuma 
Bashar Adeeb Yacoub 
Ragheed Salem Matti

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