Con una carta a los Obispos de Nigeria, el Papa Francisco asegura su
cercanía y los alienta con gratitud a perseverar sin desalentarse por el camino
de la paz.
«¡Acompañen a las
víctimas! ¡Socorran a los pobres, eduquen a los jóvenes! ¡Sean promotores de
una sociedad más justa y solidaria!». Son algunas de las
apremiantes exhortaciones de la misiva pontificia, mientras, con toda la
Iglesia cumplimos el camino cuaresmal hacia la Resurrección de Cristo, Príncipe de la Paz.
Cristianos
y musulmanes sufren la trágica violencia de quienes abusan de la religión
El Obispo de Roma exhorta a la
Iglesia en la nación nigeriana a seguir testimoniando «la misericordia del Evangelio» ante
las graves dificultades que conoce el país. Ante las «nuevas y violentas formas
de extremismos y fundamentalismos, sobre base étnica, social y religiosa,muchos nigerianos han sido asesinados,
heridos y mutilados, secuestrados y privados de todo: de sus seres
queridos, de su tierra, de medios para subsistir, de su dignidad, por mano de
personas que se proclaman religiosas, pero que abusan de la religión para hacer
de ella una ideología, para doblegarla según sus propios intereses de abusos y de muerte».
Como ha recordado Benedicto XVI (Africae Munus 20)
– escribe también el Papa Francisco - hay testimonios conmovedores de los
fieles de África, «testimonios concretos de sufrimientos y de reconciliación en
las tragedias de la historia reciente del continente» que muestran el poder del Espíritu Santo que transforma
los corazones de las víctimas y de sus verdugos para restablecer la fraternidad».
El Papa Bergoglio empieza su carta
destacando que «Nigeria – conocida como el ‘gigante de África’ con sus más de 160 millones de
habitantes, está destinada a jugar un papel de primer plano, no sólo en ese
Continente, sino en el mundo entero». Y recuerda su crecimiento económico y su
compromiso en la resolución de situaciones de crisis en los pueblos africanos.
Impartiendo de corazón la
Bendición Apostólica también a «los sacerdotes, religiosos y religiosas,
misioneros, catequistas, fieles laicos y sobre todo a los miembros sufrientes del Cuerpo de Cristo»,
el Papa Francisco desea que «¡la Resurrección del Señor pueda ser portadora de
conversión, de reconciliación y de paz para todo el pueblo de Nigeria!». Y
encomienda a todos a «María
Reina de África», pidiendo asimismo que recen por él.
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