sábado, 20 de diciembre de 2014

Que ante todo la Iglesia sea madre como María, pidió el Papa

Que la Iglesia sea madre, no empresaria, dijo el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, la última de este año, en la que participó un grupo de fieles. El Pontífice destacó la “nueva Creación”, que representa el nacimiento de Jesús, y que hace nuevas todas las cosas.

Dos mujeres que eran estériles se vuelven fecundas. El Papa Bergoglio desarrolló su homilía partiendo de las lecturas del día que narran los nacimientos milagrosos de Sansón y Juan Bautista. En el Pueblo de Israel – afirmó el Santo Padre –  era “casi una maldición no tener hijos” y recordó que en la Biblia encontramos a tantas mujeres estériles en las que “el Señor hace el milagro”. Además, Francisco destacó que la Iglesia “nos hace ver este símbolo de la esterilidad precisamente antes del nacimiento de Jesús, y también de parte de una mujer incapaz de tener un hijo por su decisión de permanecer virgen”.

Éste es “el signo de la humanidad incapaz de dar un paso más”, comentó el Santo Padre. Y añadió que la Iglesia “quiere hacernos reflexionar sobre la humanidad estéril”:

Esterilidad y nueva Creación

“De la esterilidad, el Señor es capaz de volver a comenzar una nueva descendencia, una nueva vida. Y éste es el mensaje de hoy. Cuando la humanidad está extenuada, ya no puede caminar, viene la gracia y viene el Hijo,  y viene la Salvación. Y aquella creación agotada deja lugar a la nueva Creación…”.
“Esta ‘segunda’ Creación cuando la Tierra está agotada  –  prosiguió explicando el Papa  – es el mensaje de hoy”. Nosotros – dijo Francisco –  esperamos a Aquel que “es capaz de recrear todas las cosas, de hacer nuevas las cosas. Esperamos la novedad de Dios”. Es Navidad –  añadió – “la novedad de Dios que vuelve a hacer, de modo maravilloso la Creación, y todas las cosas”. Francisco puso de manifiesto que tanto la esposa de Manoach, madre de Sansón, como Isabel, serán madres gracias a la acción del Espíritu del Señor. Y se preguntó qué mensaje nos dejan estas lecturas. “Abrámonos al Espíritu de Dios – fue su respuesta –. Nosotros, solos, no somos capaces. Es Él quien puede hacer las cosas”:

Apertura a las novedades de Dios

“También esto me hace pensar en nuestra madre Iglesia; también en tantas esterilidades que tiene nuestra madre Iglesia: cuando, por el peso de la esperanza en los mandamientos, aquel pelagianismo que todos nosotros llevamos en los huesos, se vuelve estéril. Se cree capaz de dar a luz… no, ¡no puede! La Iglesia es madre, y se hace madre sólo cuando se abre a la novedad de Dios, a la fuerza del Espíritu. Cuando se dice a sí misma: ‘Yo hago todo, pero, he terminado, ¡no puedo avanzar más!’, viene el Espíritu”.

Madre no empresaria

Se trata de una constatación que suscitó en el Papa Francisco una reflexión sobre las esterilidades en la Iglesia y sobre la apertura a la fecundidad en la fe:
“Y también hoy es un día para rezar por nuestra madre Iglesia, por tantas esterilidades en el pueblo de Dios. Esterilidad de egoísmos, de poder… cuando la Iglesia cree que puede todo, que se adueña de las conciencias de la gente, de ir por el camino de los Fariseos, de los Saduceos, por el camino de la hipocresía, eh, la Iglesia es estéril. Rezar. Que nuestra Iglesia abierta al don de Dios lo haga en esta Navidad, que se deje sorprender por el Espíritu Santo y que sea una Iglesia que haga hijos, una Iglesia madre. Madre. Tantas veces yo pienso que la Iglesia en algunos lugares, más que madre es una empresaria”.
“Viendo esta historia de esterilidad del pueblo de Dios y tantas historias en la historia de la Iglesia que la han hecho estéril  –  concluyó diciendo el Papa – pidamos al Señor, hoy, mirando el Pesebre”, la gracia “de la fecundidad de la Iglesia. Que ante todo, la Iglesia sea madre, como María”.          

(María Fernanda Bernasconi - RV).

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