Que
la Iglesia sea madre, no empresaria, dijo el Papa
Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa
de Santa Marta, la última de este año, en la que participó un grupo de fieles.
El Pontífice destacó la “nueva Creación”, que representa el nacimiento de
Jesús, y que hace nuevas todas las cosas.

Éste
es “el signo de la humanidad incapaz de dar un paso más”, comentó el Santo
Padre. Y añadió que la Iglesia “quiere hacernos reflexionar sobre la humanidad
estéril”:
Esterilidad
y nueva Creación
“De
la esterilidad, el Señor es capaz de volver a comenzar una nueva descendencia,
una nueva vida. Y éste es el mensaje de hoy. Cuando la humanidad está
extenuada, ya no puede caminar, viene la gracia y viene el Hijo, y viene
la Salvación. Y aquella creación agotada deja lugar a la nueva Creación…”.
“Esta
‘segunda’ Creación cuando la Tierra está agotada – prosiguió
explicando el Papa – es el mensaje de hoy”. Nosotros – dijo Francisco –
esperamos a Aquel que “es capaz de recrear todas las cosas, de hacer
nuevas las cosas. Esperamos la novedad de Dios”. Es Navidad – añadió – “la novedad de
Dios que vuelve a hacer, de modo maravilloso la Creación, y todas las cosas”.
Francisco puso de manifiesto que tanto la esposa de Manoach, madre de Sansón,
como Isabel, serán madres gracias a la acción del Espíritu del Señor. Y se preguntó qué mensaje
nos dejan estas lecturas. “Abrámonos al Espíritu de Dios – fue su respuesta –.
Nosotros, solos, no somos capaces. Es Él quien puede hacer las cosas”:
Apertura
a las novedades de Dios

Madre
no empresaria
Se
trata de una constatación que suscitó en el Papa Francisco una reflexión sobre
las esterilidades en la Iglesia y sobre la apertura a la fecundidad en la fe:
“Y
también hoy es un día para rezar por nuestra madre Iglesia, por tantas
esterilidades en el pueblo de Dios.
Esterilidad de egoísmos,
de poder… cuando la Iglesia cree que
puede todo, que se adueña de las conciencias de la gente, de ir por el camino
de los Fariseos, de los Saduceos, por el camino de la hipocresía, eh, la
Iglesia es estéril. Rezar. Que nuestra Iglesia abierta al don de Dios lo haga
en esta Navidad, que se deje sorprender por el Espíritu Santo y que sea una
Iglesia que haga hijos, una Iglesia madre. Madre. Tantas veces yo pienso que la
Iglesia en algunos lugares, más que madre es una empresaria”.
“Viendo
esta historia de esterilidad del pueblo de Dios y tantas historias en la
historia de la Iglesia que la han hecho estéril – concluyó diciendo
el Papa – pidamos al Señor, hoy, mirando el Pesebre”,
la gracia “de la fecundidad de la Iglesia. Que ante todo, la Iglesia sea madre,
como María”.
(María Fernanda Bernasconi -
RV).
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