sábado, 20 de diciembre de 2014

“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz.” Jesús viene a nacer en ti como luz. El ha venido para iluminar tu vida, para dar sentido a tu vida.

Y viene porque el amor de Dios Padre es muy grande y quiere revelarte los secretos de la vida a través de su Hijo. Jesús es el Salvador y Él viene para revelarte qué es la verdad, qué es el amor, qué es la humildad, qué es la paz y en qué consiste la salvación.

El misterio de esta noche ha dejado iluminada todas las noches pues el Salvador ha venido a iluminar todas nuestras noches: «No temáis, os anuncio una gran noticia: “Hoy, en la ciudad de Belén, os ha nacido un Salvador”». ¿Se te quitarán todos tus miedos, confiarás en Él, lo acogerás como tu verdadero Salvador?

Haz de tu corazón la gruta de Belén, deja que allí te habite el misterio y haz este misterio vida. El gran regalo de la Navidad es que Jesús nazca en tu corazón.

Si quieres descubrir el verdadero sentido de la Navidad necesitas ojos iluminados del corazón, es decir, necesitas la fe y la humildad para acoger el misterio de la pobreza de Belén.

Jesús nace pobre en un pesebre y para Él no habrá posada, “fue a los suyos pero los suyos no le recibieron”.

Acércate delicadamente al misterio.

Jesús viene a solidarizarse con todos y a traer la salvación, y quiere que tú seas sus manos y sus pies para quien busca la salvación.

Adéntrate en el misterio de Belén con un a actitud de adoración, como los pastores.

Abre tu corazón al misterio de la pobreza de Belén, aviva en ti actitudes de humildad, de generosidad y siembra el amor del Niño Dios en tu entorno cercano y en este mundo que está hambriento de amor.

En el silencio de la noche entremos en las afueras de Belén, dejémonos iluminar por la estrella que conduce a Belén, contemplemos a María, a José y al Niño Dios. En el silencio de la noche busquemos la luz de Jesús.


 Fuente:  Reflejos de Luz Pastoral 

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