El
tiempo de Adviento que comenzamos esta tarde es un tiempo de sobriedad… un
tiempo de despojarnos de los accesorios que nos acompañan día a día, para mirar
en lo íntimo y genuino de nuestro corazón… pero lo hacemos con alegría, como
aquel que trabaja arduamente preparándose para recibir una visita importante en
su casa… la casa somos nosotros mismos… y el visitante que esperamos es Jesús…
Oración
para encender la primera vela de Adviento
Encendemos,
Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir en la noche, al
encuentro del amigo que ya viene.
En
esta primera semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados,
para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos
adormecen. Queremos estar despiertos, vigilantes, porque Tú nos traes la luz
más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera.
¡Marana
tha, ven, Señor, Jesús!
De Tengo sed de Ti
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