También nosotros navegamos en un lago en el que no faltan ni viento ni tempestades; las tentaciones cotidianas de este mundo casi hunden nuestra barca.
¿Qué quiere decir que Jesús se duerme? Quiere decir que tu fe en Jesús está dormida. Se levantan los huracanes en el lago: ves prosperar a los malvados y sufrir a los buenos; hay una tentación, un choque de las olas. Y en el interior de tu alma dices: "Dios mío, ¿dónde está tu justicia si los malos prosperan y los buenos se sienten abandonados en su sufrimiento?"
Y Dios te contesta: "¿Es ésta tu fe? ¿Qué es lo que, en efecto, te he prometido? ¿Es que te has hecho cristiano para tener éxito en este mundo?¿Te has atormentado por la suerte de los malos aquí abajo cuando no conoces su suerte en el otro mundo?"
Pero el Señor se despertará, es decir, volverás a tener fe y, con la ayuda de Jesús, reflexionarás en tu corazón y caerás en la cuenta de que los bienes concedidos hoy a los malos no durarán. Sus bienes, o bien se les acaba en esta vida, o bien deberán abandonarlos en el momento de su muerte.
Pero para ti, por el contrario, lo que se te ha prometido durará por toda la eternidad. Da, pues, la espalda a lo que acaba en ruina y vuelve tu rostro hacia lo que permanece.
Cuando Cristo se despierte, el huracán ya no sacudirá tu corazón, las olas no hundirán tu barca, porque tu fe mandará a los vientos y a las olas, y el peligro desaparecerá.
San Agustín.
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