Protesta de los coptos a las autoridades, que aluden a problemas para garantizar su seguridad ante los islamistas
Los cristianos coptos de Egipto han reiterado el llamamiento a las instituciones contra la discriminación religiosa, tras el cierre de dos iglesias en la provincia de Menia, sumando tres templos cristianos clausurados en las últimas semanas en lo que la Iglesia considera un ataque contra su religión.
«Nos hemos mantenido callados durante dos semanas después del cierre de la primera iglesia, pero debido a nuestro silencio la situación ha empeorado. Es como si la oración fuera un crimen por el que los coptos deben ser castigados», ha declarado la diócesis de Menia en un comunicado oficial.
Una de las iglesias ha sido cerrada bajo la sospecha de que podía estar bajo peligro de atentado. Sin embargo, la diócesis ha denunciado que no se ha producido ningún ataque y la iglesia continúa aún clausurada.
Los cristianos coptos, que constituyen un 10 por ciento entre los casi 95 millones de habitantes de Egipto, han alertado en múltiples ocasiones de que llevan siendo perseguidos desde hace años y reclaman que el Estado no toma en consideración la gravedad de su situación.
No obstante, los coptos son partidarios del presidente Abdelfatá al Sisi, quien ha prometido aplastar el extremismo islamista y proteger a los cristianos. El pasado abril declaró el estado de emergencia durante tres meses después de dos atentados contra iglesias.
Aunque el grupo yihadista Daesh lleva a cabo desde hace mucho tiempo enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad en la península egipcia del Sinaí, ha intensificado su ataque contra civiles cristianos en el continente. En un ataque reivindicado por la organización en mayo, varios hombres armados asaltaron a un grupo de peregrinos coptos que se dirigían a un monasterio en Menia, lo que provocó 29 muertos y otros 24 heridos.
ABC/REUTERS
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