martes, 26 de septiembre de 2017

"Los clérigos debemos estar razonablemente callados y no emitir opiniones que van más allá de la política"


La crisis en Cataluña ha llegado, para quedarse, a la Iglesia. El último en pronunciarse, hasta la fecha, ha sido el arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, quien ha criticado el escrito de más de 300 sacerdotes llamando al referéndum, y ha instado a los religiosos a "estar razonablemente callados" para no dividir a los fieles.
Así, antes de inaugurar el curso en el Seminario de Toledo, el prelado subrayó que "los clérigos debemos estar razonablemente callados y no emitir opiniones que van un poco más allá de la política, aunque ellos piensen que no, y que pueden dividir a los miembros de la Iglesia".
"Seguro que "ellos (los sacerdotes catalanes) dirán que son los problemas que están viviendo sus fieles, pero es que los demás fieles también estamos sufriendo lo mismo", añadió el primado, quien reconoció la necesidad de "ir resolviendo entre todos estas dificultades", recordando que España "es la nación más antigua de Europa".
Por otra parte, desde la Conferencia Episcopal, que este martes celebra su Comisión Permanente de otoño, en la que debatirán sobre la situación entre Cataluña y el resto de España, se sigue la cuestión con preocupación y prudencia. Ya el pasado viernes su presidente, Ricardo Blázquez, llamó a la "sensatez", en la línea de lo expresado por la Conferencia Tarraconense y por el cardenal de Barcelona, Juan José Omella, con motivo de la Mercè.
Un Omella que, según pudo saber RD, acudió este viernes a la sede de la CEE en Madrid para preparar la Comisión Permanente. Como es obvio, los obispos abordarán el referéndum del 1-O aunque fuentes oficiales no han sabido aclarar si finalmente habrá o no una nota pública durante la rueda de prensa de este jueves.
En todo caso, el portavoz de la CEE, José María Gil Tamayo, será preguntado sobre el particular, que ha sido incluido en el orden del día a últim ahora. La CEE tampoco ha querido opinar sobre la carta de los curas catalanes, considerando que "los sacerdotes dicen lo que quieren" y recuerdan que los curas pertenecen a una diócesis de la que el último y único responsable es su obispo, pero en ningún caso la CEE, informa Efe.
La Casa de la Iglesia tampoco ha querido pronunciarse sobre la queja remitida desde el Ministerio de Exteriores español al Vaticano por dicho comunicado, aduciendo que no la CEE como tal no ha recibido ningún cuestionamiento.
Jesús Bastante

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