No solo no mejoran las cifras, sino que empeoran. 815 millones de personas pasan hambre en el mundo. Son 40 millones más que el año anterior. La causa, las guerras y el cambio climático
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha alertado de que el número de personas que pasan hambre en el mundo aumentó en 38 millones en 2016, llegando hasta los 815 millones, en comparación con los 777 millones de 2015.
Así lo pone de manifiesto el informe anual del organismo sobre seguridad alimentaria y nutrición presentado el 15 de septiembre en Roma y que ha sido coordinado junto con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Las causas de este aumento son «el aumento de los conflictos, el cambio climático y el decrecimiento económico», según el director general de la FAO, José Graziano da Silva, quien destacó que, para acabar con el hambre, es necesario «garantizar sociedades pacíficas e inclusivas».
Cerca de 500 millones de personas que viven hambre viven en lugares de conflicto, donde se encuentra también a 122 de los 155 millones de niños con retraso del crecimiento.
El informe pone también de manifiesto que «el número de refugiados y desplazados internos ha aumentado significativamente con el creciente número de conflictos y se ha doblado entre 2007 y 2015 hasta alcanzar un total de aproximadamente 64 millones de personas». «Actualmente hay nueve países con más del 10% de su población clasificada como refugiada o desplazada; en Somalia y Sudán del Sur, más del 20% de su población son personas desplazadas y en la República Árabe Siria, más del 60%».
Se pone el foco particularmente en Sudán del Sur, donde hace un año se declaró una hambruna. Varios países, se advierte, atraviesan situaciones de alerta alimentaria con riego de convertirse en hambruna, como algunas zonas de Nigeria, Somalia y Yemen.
Otro motivo de preocupación son los estragos der el cambio climático, que ha intensificado el fenómeno de El Niño, con una oleada de sequías o inundaciones en varios países.
La desaceleración económica mundial es también, según el informe, causa del deterioro de la seguridad alimentaria y la nutrición.
Europa Press / Alfa y Omega
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