El periódico El País de ha publicado un interesante trabajo de N. Domínguez titulado: Los cadáveres que contradicen a Dios con su ADN (con el subítulo: El análisis genético demuestra que la civilización que inventó uno de los primeros alfabetos no fue exterminada como se pensaba. (En el fondo estaría el hecho de que la Biblia no tenía razón al decir que los judíos mataron a todos los cananeos, como deberían haber hecho según la Biblia y ... no sé si eso sería una buena o mala noticia).
https://elpais.com/.../26/ciencia/1501071277_630340.html...
El trabajo científico donde se fundamenta Domínguez ha sido escrito por M. Haber y otros, Continuity and Admixture in the Last Five Millennia of Levantine History from Ancient Canaanite and Present-Day Lebanese Genome Sequences (Continuidad y mezclas en las secuencias de genoma a lo largo de cinco milenios de la historia del Levante, desde los antiguos cananeos hasta los libaneses de la actualidad), publicado en The American Journal of Human Genetics (2017),
http://dx.doi.org/10.1016/j.ajhg.2017.06.013 (cf. también http://www.cell.com/ajhg/pdf/S0002-9297(17)30276-8.pdf).
http://dx.doi.org/10.1016/j.ajhg.2017.06.013 (cf. también http://www.cell.com/ajhg/pdf/S0002-9297(17)30276-8.pdf).
Agradezco la refeencia a A. Furlani. Él me ha indicado la distinción entre el trabajo original de M. Haber (preciso, substancial) y la aplicación de N. Domínguez, con su atrevida "inferencia" sobre los cadáveres y Dios.
El argumento de este último trabajo (cuya lectura recomiendo, a pesar de todo, a mis amigos) se resume en tres ideas, que pueden resumirse así:
a) El análisis del ADN de una serie de restos humanos de Sidón(actual Fenicia), enterrados hace unos 3600 años (hacia el 1600 a.C.), muestra que ellos son de antepasados genéticos de los actuales fenicios (libaneses)
b) Las leyes del “herrem” de la Biblia piden a los invasores israelitas de los años 1300/1200 a.C. que maten a todos los cananeos, entre los cuales se encontraban los fenicios, cosa que los israelitas habrían cumplido a rajatabla.
c) Eso significa que los israelitas no cumplieron las leyes de la Biblia… y que lo que dice la Biblia es mentira (pues ella afirma que los mataron)
El trabajo de Domíngues resulta (¿voluntariamente?) ambiguo (sensacionalista), pero me ofrece la ocasión para presentar tres objeciones de base y para desarrollar luego el apasionante problema del exterminio o no exterminio de los “cananeos” (¡palestinos!) del tiempo de la primera entrada de los israelitas en la tierra de Canaán/Palestina (un tema que sigue siendo esencial para la misma existencia y política actual de Israel en Palestina/Canaán).
A) La Biblia no manda aniquilar en ningún lugar a los cananeos sidonios (fenicios), sino (al menos en un plano) a los de la tierra de Canaán. De los fenicios, y en especial de los sidonios (y de los tirios) hablan con admiración muchos textos históricos y proféticos de la Biblia.
B) Cuando la biblia dice que los cananeos de la tierra estricta de Canaán (Palestina, el Israel actual) han de ser "aniquilados" (según la ley del herrem, que seguiré estudiando) lo dice en un contexto teológico-simbólico que debe precisarse bien. No se puede entender ese mandato de un modo puramente “físico” (se trata más bien de superar una cultura que iba en contra del ideal de la alianza de Israel). Por otra parte, la misma Biblia sabe que los israelitas no cumplieron de un modo físico ese mandato (formulado, por otra parte, en un momento posterior a los hechos).
C) La historia real de la conquista de Canaán por los hebreos/israelitas (fundada en un estudio crítico de la Biblia) muestra que ni Dios mandó matar físicamente a los cananeos... y que hecho la mayoría de los cananeos se fusionaron con los hebreos (que son cananeos que entraron en la alianza de Israel)
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