“También yo rezo frecuentemente el Rosario delante a un mosaico: un pequeño mosaico de la Virgen con el Niño, donde parece que en el centro está María, cuando en realidad Ella, usando sus manos se vuelve una especie de escalera a través de la cual Jesús puede bajar en medio de nosotros”.
Así el papa Francisco explicó este domingo cómo la María lleva a Jesús, durante el video-mensaje enviado al santuario de la Virgen de Ta’ Pinu, en la isla de Gozo en Malta, en ocasión de la inauguración de un mosaico en el exterior de la basílica que representa los cuatros misterios marianos.
El Santo Padre les aseguró que “en un gran abrazo de mosaicos les esperan Jesús y su madre” y que recuerda “una oración contemplativa, simple, accesible a todos, grandes y pequeños: la oración del santo Rosario.
“En la oración del Rosario –aseguró el sucesor de Pedro– nos dirigimos a la Virgen María para que nos lleve cada vez más cerca a su hijo Jesús, para conocerlo y amarlo cada vez más”.
Señaló que “mientras repetimos ‘ Ave María’, meditamos los misterios, las etapas gozosas, luminosas, dolorosas y gloriosas de la vida de Cristo, pero también de nuestra vida: porque nosotros caminamos con el Señor”.
“Rezando llevamos todo a Dios: las fatigas, las heridas, los miedos, pero también las alegrías, los dones, las personas queridas… todo a Dios. Rezando le permitimos a Dios entrar en nuestro tiempo, recibir y transfigurar todo lo que vivimos”, dijo.
El Papa concluyó exhortando: “Sírvanse con frecuencia de este instrumento potente que es la oración del santo Rosario, porque lleva paz en los corazones, en las familias, en la Iglesia y en el mundo”.
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