martes, 20 de junio de 2017

El arzobispo, en la Cumbre Bíblica de Nueva York: «Jesucristo no hace cosméticas, cambia el corazón y las relaciones entre los hombres»



El pasado sábado, 17 de Junio, se llevó a cabo la VII Cumbre Bíblica en la ciudad de Nueva York, con el lema Discípulos Misioneros. Llevando la Palabra de Dios al Mundo entero. Los dos conferenciantes principales fueron el cardenal Thomas Collins, arzobispo de Toronto (Canadá), en inglés, y cardenal Osoro en español.
  
El arzobispo de Madrid llegó a Nueva York el miércoles 14 de junio por la tarde con una apretada agenda de visitas, en las que estuvo acompañado por el vicario de Pastoral Social e Innovación, José Luis Segovia, y el padre Tomás del Valle, sacerdote español que trabaja con la comunidad hispana de la ciudad.
  
Sus primeros dos encuentros se llevaron a cabo el jueves 15. Por la mañana se trasladó al Bronx para visitar la comunidad de las Siervas de María, donde fue recibido por la hermana Emma Muñoz, superiora de la comunidad. Toda la comunidad esperaba en la capilla para celebrar la Eucaristía. A su conclusión, compartieron la comida y una amena y sencilla tertulia en la que el cardenal Osoro pudo conocer de primera mano la obra pastoral que las hermanas llevan a cabo entre los enfermos y descartados de la sociedad neoyorquina.
El segundo encuentro tuvo lugar también en el Bronx, en la parroquia del Espíritu Santo. El párroco, Ricardo Fajardo, invitó a los sacerdotes hispanos a una cena-encuentro con el arzobispo de Madrid. La treintena de sacerdotes que pudieron asistir compartieron alegría y esperanzas a la vez que las penas y tristezas del ministerio. Fue destacada la presencia de viejos pastores, curtidos por los años, junto a jóvenes sacerdotes. Ambos grupos agradecieron la presencia del prelado, quien se hizo una idea de la dura  vida de los sacerdotes en una ciudad hostil como es Nueva York.
El viernes 16 de junio la agenda fue bastante extensa. Por la mañana hubo una visita de cortesía al embajador de España ante las Naciones Unidas, Román Oyarzun, quien puso al tanto al cardenal del día a día de la misión y los esfuerzos destacados de España por hacerse presente en los organismos internacionales. De la misión de España se pasó a la misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas. Allí fue informado de la presencia del Vaticano en los diversos organismos de la ONU, para terminar con una comida fraterna.
Por la tarde se desplazó a residencia del nuncio ante las Naciones Unidas, el arzobispo  donde participó, como invitado especial en un programa de televisión que se emitirá en los próximos días. En la misma residencia se llevó a cabo una cena en honor del arzobispo de Madrid a la cual asistieron destacadas personalidades del mundo financiero, eclesiástico y diplomático. Entre estos últimos destacaba la presencia del nuncio del Vaticano ante los Estados Unidos y la Organización de los Estados Americanos, el arzobispo de origen francés Christophe Pierre, venido de Washington para participar en la cena. Entre los invitados estaba igualmente el Dr. Roy Peterson, presidente de la Sociedad Bíblica Americana –organizadora de la Cumbre Bíblica junto al departamento de Catequesis la archidiócesis de Nueva York–.
El sábado a primera hora de la mañana, el cardenal Osoro se trasladó desde la residencia del nuncio ante las Naciones Unidas, donde se hospedó durante su estancia en Nueva York, al Centro Católico de Nueva York, en cuyos salones académicos se llevó a cabo la VII Cumbre Bíblica. El apretado horario comenzó con una conferencia de saludo, introducción y testimonio a cargo del Dr. Roy Peterson. A continuación se celebró una Eucaristía presidida por el nuncio en Estados Unidos y concelebrada por los cardenales de Toronto y Madrid junto con el obispo hispano de la diócesis de Brooklyn y un numeroso grupo de sacerdotes asistentes a la cumbre. Concluida la celebración de la Misa, dieron comienzo a las dos ponencias principales del día, la dictada en inglés por el cardenal Collins y la dictada en español por el cardenal Osoro.
En su intervención, el arzobispo de Madrid incidió en que «somos discípulos y misioneros de una Iglesia en salida» en un contexto de globalización, en el que hay que trabajar por «un mundo acogedor y seguro» y ello exige «salir de la indiferencia.  «Jesucristo no hace cosméticas, cambia el corazón y las relaciones entre los hombres», aseveró.
Al concluir ambas presentaciones se procedió al rezo del ángelus y a un breve receso, para luego dar paso a los diversos talleres tanto en inglés como español. El arzobispo de Madrid no pudo quedarse en estas actividades porque debía volver a Madrid para participar en las celebraciones del Corpus Christi.
Texto y fotos: Padre Tomás del Valle / Infomadrid

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