«Somos coptos, no tenemos miedo», fue el cántico de los cristianos egipcios que, entre llantos, despidieron ayer en pequeñas ceremonias en la provincia de Al Minya a las víctimas del último atentado contra esta minoría religiosa en Egipto, reivindicado por el grupo yihadista Daesh. Fueron coptos hasta el final, cuando los terroristas enmascarados –que la Fiscalía egipcia ha cifrado en un comando de seis hombres– hicieron detener los autobuses en los que viajaban al monasterio de San Samuel, en el desierto al sur del país, los encañonaron y les forzaron a renunciar a su fe, según han relatado los supervivientes.
«Me ha roto el corazón. Mi hermano George estaba preparando su boda el próximo mes, iba al monasterio a rezar y meditar», ha explicado la hermana de una de las víctimas a la cadena local CTV. Cirilo, de apenas 18 años y estudiante de instituto, quería unirse a la facultad de Medicina, pero la presión de los próximos exámenes le asustaba, así que decidió viajar al monasterio para pedir a los monjes de San Samuel que rezaran por él. Las víctimas más jóvenes tenían apenas 2 y 4 años, según una lista publicada por el obispado.
Los terroristas habrían filmado la masacre, que se ha cobrado las vidas de 29 personas según las últimas cifras del Ministerio de Salud egipcio, con la presunta intención de difundir más tarde el vídeo como parte de su propaganda, apuntando a la sangrienta firma de Daesh, que la mañana del sábado confirmó su autoría. Según el comunicado oficial de los yihadistas, difundido a través de redes sociales del grupo, varios «soldados del Califato» acabaron con más de «31 cruzados» en una «emboscada» mientras se dirigían al monasterio de San Samuel.
La reivindicación del autodenominado Estado Islámico se produjo horas después de que el presidente Abdelfatah Al Sisi culpara a este grupo terrorista del ataque en Al Minya, con el objetivo de «acabar con el Estado egipcio». Aunque todavía no se ha detenido a los autores de la masacre, el Ministerio de Interior ha asegurado que los terroristas habrían recibido entrenamiento en Libia.
En este sentido, Al Sisi aseveró que sus Fuerzas Armadas atacarían campos de entrenamiento yihadistas «tanto en Egipto como en el extranjero”. En una reacción similar a la ordenada tras la decapitación de una veintena de coptos egipcios por el Daesh en Libia en 2015, a última hora del viernes aviones de la Fuerza Aérea egipcia bombardearon posiciones yihadistas en Derna, al este del país norteafricano.
Alicia Alamillos. El Cairo (ABC)
Alfa y Omega
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