jueves, 9 de marzo de 2017

El Papa plantea la posibilidad de algún tipo de ordenación para hombres casados



«El populismo acaba mal», advierte Francisco en una entrevista que este jueves publica el semanario alemán Die Zeit. El Obispo de Roma se muestra reacio a la papolatría y se declara advierto a estudiar la posibilidad de implantar en la Iglesia católica la figura de los viri probati
«Debemos analizar si los viri probati son una posibilidad», dice el Papa en una entrevista que este jueves publica el semanario alemán Die Zeit, realizada en el Vaticano a finales de febrero. Se trata de una figura que existió en la Iglesia primitiva, hombres casados de probada virtud ordenados sacerdotes, y que algunos han planteado para el momento actual como una posible solución a la falta de sacerdotes, sobre todo en relación a determinados contextos geográficos, como las comunidades rurales en América Latina.
Francisco, sin embargo, deja claro que no está pensando en una ordenación sacerdotal convencional. «Debemos establecer cuáles tareas podrían asumir, por ejemplo en comunidades aisladas», aclara. Y añade que «el celibato opcional no es la solución».
La Iglesia, no obstante, «debe reconocer» qué le pide en cada momento el Espíritu Santo, asegura el Pontífice, quien anima a la teología a investigar sin miedos.
Francisco alude también a la comisión que abordará la posibilidad de ordenar a mujeres diaconisas, aunque no se pronuncia en un sentido ni en otro.
«No soy infalible»
En la entrevista al prestigioso semanario, del que durante años fue editor el excanciller alemán Helmut Schmidt (socialdemócrata), el Papa se define como «una persona normal que hace lo que puede». «No me veo como alguien extraordinario», asegura. «Soy pecador y no soy infalible», dice, y advierte de que «la idealización de una persona es también una especie de agresión subliminal». «Cuando soy idealizado –confiesa–, me siento agredido»
El Pontífice responde también a la pregunta sobre si tiene dudas de fe, frente lo cual reconoce que ha experimentado «los momentos de vacío». Esas crisis, sin embargo, son una oportunidad para crecer. «No quiero decir que la crisis sea el pan de cada día de la fe, pero una fe que no atraviesa crisis para crecer, se mantiene infantil».
Las críticas «enriquecen»
Francisco habla también sobre las críticas a su pontificado, que no le quitan «la paz», e incluso afirma que es «legítimo y humano» tener opiniones discrepantes de la suya, lo cual «enriquece». Del cardenal Burke, en particular, el Obispo de Roma asegura que no le considera un opositor, sino que, por el contrario, valora la colaboración que le presta.
El Papa se refiere también a la situación de los jóvenes, que «son los grandes perdedores de la sociedad moderna», y alude como ejemplo a las altas tasas de paro en algunos países.
Al mismo tiempo, considera que los populismos no son la solución a estas crisis. «El populismo es malo y acaba mal como se demostró» en el siglo XX, afirma.
«El mundo entero está en guerra», dice en otro momento. «Por eso hablo de una tercera guerra mundial». «Hay toda una red de fabricantes de armas que la mantienen activa», denuncia.
R.B./Agencias
Alfa y Omega

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