Ángelus en el ferragosto italiano. Francisco desde la cátedra de la ventana invita, una vez más, a no cerrar el corazón a la misericordia. Y con gestos concretos, en este caso, hacia Siria. El Papa denuncia la muerte de tantos inocentes, que pagan el precio del conflicto sirio con sus vidas, por culpa de "la cerrazón del corazón y de la falta de voluntad de paz de los poderosos".
"Invitación a dar valor a las limosnas como obra de misericordia"
"Usar las cosas sin egoísmo"
"Tenemos muchas cosas, pero no podemos llevarlas con nosotros. Recordar que el sudario no tiene bolsillos"
"Es importante estar atentos y vigilantes en la vida"
"El Señor llama a la puerta de nuestro corazón y será feliz el que le abra"
"¡Bella recompensa!"
"Una espera luminosa"
"La venida imprevista del ladrón"
"No somos dueños de la vida de los demás. Tenemos un sólo dueño, aunque no le guste que le llamemos señor, sino padre. El es el único Padre"
"Hacer más justo y más habitable el mundo"
Saludos después del ángelus
"De Siria siguen llegando noticias de víctimas civiles de la guerra, especialmente en Alepo. Es inaceptable que tantas personas indefensas, especialmente tantos niños, tengan que pagar el precio del conflicto, el precio de la cerrazón del corazón y de la falta de la voluntad de paz de los poderosos"
"Cercanos con la oración y con la solidaridad a los hermanos sirios y los confiamos a la materna protección de la Virgen"
"Rezamos en silencio y, después, el avemaría"
No hay comentarios:
Publicar un comentario