Mi amado Jesús... cada vez que voy hacia mi estudio me encuentro con el cuadro de tu Sagrado Corazón que me mira y parece hablarme... ¡Es hermosa esa imagen...! Tú, con la mano extendida, parece que me dices: “toma mi Corazón”... ¡Cuánto quisiera poder hacerlo...!
¿Sabes...? Cuando veo tu imagen pienso en Santa Margarita María de Alacoque... y desearía que un día me concedieras, como a ella, la gracia de recibir una pequeña chispita de la llama ardiente que arde en tu Corazón... La más pequeña chispita sería capaz de inflamar el corazón más frío e indiferente... ¡Señor, deseo amarte tanto... TANTO...! Y sin embargo, sólo puedo amarte con mi frágil corazón humano... con mi corazón lleno de faltas y debilidades...
Ayúdame a amarte más... ayúdame a amarte con cada palabra, con cada gesto, con cada pensamiento... ayúdame a amarte en cada hermano, especialmente en aquellos que están más necesitados de tu amor... ayúdame a amarte en todo y en todos... ayúdame a amar con cada latido y cada respiración... ayúdame a amar con todo Tu Corazón... Amén...
Fuente: Tengo sed de Ti
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