El Papa ha pedido al clero italiano
con el que se ha reunido en el Vaticano que abandone las propiedades materiales
no dedicadas al culto y que mantengan solo aquellas que puedan "servir
para la experiencia de fe y de caridad del pueblo de Dios".
En su discurso de apertura de los trabajos de la 69° asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI),
que se prolongarán hasta el 19 de mayo, Francisco ha pedido a los obispos que
gestionen los bienes con "visión evangélica" y evitando que se
vuelvan "pesados en una pastoral de conservación
que se vuelve obstáculo a la apertura a la perenne novedad del
Espíritu".
El pontífice argentino ha exhortado a los miembros de
la Conferencia Episcopal Italiana a que tengan un estilo
de vida "simple y esencial, siempre disponible" que vuelva
a los sacerdotes una figura "creíble a los ojos de la gente" y lo
acerque "a los humildes, en una caridad pastoral que los vuelve libres y
solidarios".
Y ha añadido:"Así nuestro sacerdote no es un burócrata o un anónimo funcionario de la institución; no
está consagrado a un rol de empleado, no está movido por los
criterios de la eficiencia".
Por otro lado, ha manifestado que el sacerdote
"sabe que el amor es todo" y por ello "no busca seguridades
terrenas o títulos honoríficos que llevan a confiar en el hombre; no pide nada
para sí en el ministerio que vaya más allá de su real necesidad, ni está preocupado de atar a sí a las personas que le han sido
confiadas".
"Tiene que ser un siervo que se ha vuelto rico
por frecuentar a los pobres, un hombre de paz y de reconciliación,
un signo y un instrumento de la ternura de Dios, atento a difundir
el bien con la misma pasión con la cual los otros se ocupan de sus
intereses", ha proseguido.
Asimismo, ha llamado a ejercer el sacerdocio, no de
manera "ocasional o por una colaboración instrumental" sino libre de "narcisismos y de los celos clericales,
que haga crecer la estima, el apoyo, la benevolencia recíproca y la fraternidad
concreta". (RD/Ep)
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